martes, 19 de mayo de 2009

Líder en supermercados con cero por ciento de inversión en publicidad

¿Puede eso ser posible y en tiempo de crisis?
Mientras los peruanos somos bombardeados por ofertas y promociones que van desde lleve tres y pague dos, el canastón de frutas y verduras a S/. 0.99, lleve dos kilos de mandarina y le regalamos dos caiguas, o compre un six pack y le damos un litro de otro producto del mismo fabricante, hay una cadena española de supermercados que lleva una política de cero ofertas desde hace 15 años.

Su nombre es Mercadona. Es lider en el segmento de supermercados en España, con el 20% del mercado, factura más de 13,986 millones de euros, tiene 1,218 tiendas, administra alrededor de 8,000 productos y posee una marca propia, que representa el 35% de su facturación: El Hacendado.
No hace publicidad, pero es junto al Corte Inglés una de las marcas más nombradas por la población española.
La filosofía detrás de este modelo, que se asemeja mucho al que sigue Wal-Mart (Estados Unidos), es siempre precios bajos. Por eso no necesitan hacer ofertas.
Para lograrlo negociaron con más de 100 fabricantes con alto estándar de calidad para que se conviertan en proveedores de sus marcas propias a los menores precios, ofreciéndoles a cambio de márgenes reducidos, un crecimiento anual de sus ventas de más de dos dígitos.
De cara a los clientes, su estrategia para atraerlos es asegurarles que si compran en Mercadona logran más de 15% de rebaja total, aunque sea con un menor surtido de productos y menos inversión en servicio.
Los efectos de la crisis en ese país ha llevado a esta empresa a aplicar una nueva estrategia: eliminar los 800 productos menos rentables de sus góndolas. Esta medida ha generado toda una revolución en el mundo del supermercadismo, de las Pyme fabricantes, de los consumidores y de los expertos.
Estos últimos dicen que el modelo no funcionará porque los consumidores españoles son compradores de marcas.
Los fabricantes ya sienten la reducción de sus ventas y la competencia acusa a la empresa de no ser amigable con estos en una coyuntura de crisis.
¿Qué podemos aprender de esta experiencia?
En tiempos de crisis, cuando el consumo se contrae, manejar los precios y el mix de productos es fundamental, porque de ello dependerá la rotación, las ventas y la rentabilidad. Esto se aplica a los supermercados, pero también a las bodegas.
La estrategia de Mercadona evidencia la importancia que ha adquirido el punto de venta para la decisión del consumo y la confianza que tiene esta cadena en la fidelidad de los consumidores a su filosofía: siempre precios bajos.
Frente a este tipo de estrategias, las pequeñas empresas son las más vulnerables, porque se les reducen sus márgenes o se quedan sin canal de distribución. Por eso tienen que unirse para reducir sus costos y tener una oferta competitiva en precios, reducir su nivel de dependencia de determinados perfiles de clientes: hay que diversificar, y, cómo no, concentrarse en los productos y servicios más rentables.

http://gestion.pe/

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