En el blog de Valentín Vaño, he encontrado una presentación exquisitamente escrita sobre esta tienda Diesel en Tokio. No me molestaré por lo tanto en repetir sus palabras. “Locales de vocación exclusiva, entre lo comercial y lo experimental, que buscan intensificar la experiencia de compra mediante la audaz apuesta de fusionar tienda de tejanos y galería de arte en un mismo espacio“. Bueno solo un trocito.
Lo que se ve en las fotos es la parte de exposición artística de la tienda, que cambia dos veces al año. Es una creación de Ayako Maruta y se llama la figura suspendida, arcos de luz que insinúan pilares que no existen, jugando con el espacio y las sensaciones de los visitantes.
Una vez más nos encontramos con un excelente uso del artchandising, parecido al caso de la fusión de Louis Vuitton y Murakami que comenté hace días. Y otra vez el arte viene de la mano de un japonés.
Lo que se ve en las fotos es la parte de exposición artística de la tienda, que cambia dos veces al año. Es una creación de Ayako Maruta y se llama la figura suspendida, arcos de luz que insinúan pilares que no existen, jugando con el espacio y las sensaciones de los visitantes.
Una vez más nos encontramos con un excelente uso del artchandising, parecido al caso de la fusión de Louis Vuitton y Murakami que comenté hace días. Y otra vez el arte viene de la mano de un japonés.
Resumiendo la formula: arte + japonés + tienda= artchandising. (nota: el orden de los factores no altera el producto) Evidentemente no es tan fácil, pero es curioso que la formula se repita y con éxito.
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