lunes, 1 de diciembre de 2008

Las cinco señales que hablan del deterioro de la economía de China

Hasta el año pasado, China se alzaba como el país más prometedor entre las economías emergentes. Las empresas manufactureras orientadas a la exportación se convirtieron en el motor del gigante asiático. Como efecto derrame, la demanda de materias primas por parte de China impulsó una fuerte e inusual alza en el precio de los commodities, lo que favoreció al resto de los países en desarrollo, entre ellos Chile.

Pero hoy el escenario externo es totalmente diferente. En medio de la peor crisis financiera desde la Gran Depresión, China se ha contagiado con los temores que ya se han instalado en Estados Unidos y Europa. De hecho, la disminución de la demanda externa ha obligado al cierre de fábricas y despido de trabajadores.

Es difícil hablar de recesión en un país cuyo Producto Interno Bruto (PIB) se ha expandido a una tasa de dos dígitos en los últimos cinco años. Sin embargo, sí se ha producido una ralentización del crecimiento. Es esto lo que impulsó al gobierno a anunciar un paquete de medidas por US$ 586 millones para estimular la economía ¿Será eso suficiente?

Esa es la gran duda, en especial cuando se suman señales de preocupación sobre el rumbo que seguirá el gigante.



Paquete de estímulo



Las autoridades chinas han entregado señales potentes de preocupación frente a los posibles efectos de la crisis global en la economía doméstica. El banco central rebajó las tasas de interés el miércoles en su máximo margen desde la crisis asiática de 1997.

El gobierno, en tanto, se sumó a los anuncios de sus pares de Estados Unidos y Europa y reveló a comienzos de noviembre un paquete fiscal de 4 trillones de yuanes (US$ 586 mil millones) para estimular a la economía. De ellos, 100 mil millones de yuanes han sido destinados en el cuarto trimestre para los sectores de pensiones, inmobiliario, infraestructura rural, salud, educación y energía.

El paquete de estímulo debería sumar un punto porcentual a la tasa de crecimiento del país. El Banco Mundial estima que más de la mitad de la expansión de 7,5% del próximo año provendrá de “gasto influenciado por el gobierno”. El plan es equivalente al 80% del gasto gubernamental del año pasado.



Baja producción industrial

La producción industrial de China creció a su ritmo más débil en siete años el mes pasado. La producción aumentó 8,2% en octubre desde un año antes, luego de ganar 11,4% en septiembre, confirmando una caída sostenida desde junio.

Los analistas afirman que las compañías han recortado su producción no sólo por el retroceso de las órdenes, sino también por el sombrío panorama para el crecimiento. En ese sentido, el paquete de estímulo sería una ayuda, pero no inmediata.

A eso se suma que muchas fábricas tienen demasiado stock disponible, lo que agrava la desaceleración en la actividad industrial. Las empresas tienen suficientes inventarios para proveer a sus clientes sin necesidad de producir nada, aseguran expertos.

La construcción sufrió en septiembre su mayor contracción desde la década de los ’90. En tanto, el crecimiento de las exportaciones se enfrió a 19,2% en octubre desde un año antes, la menor tasa en cuatro meses.



Caída en el crecimiento

Este año podría romperse la tendencia que mantuvo a China como el país con mayor tasa de crecimiento en el mundo. El motor de la expansión pisó el freno en el tercer trimestre al registrar 9%, pero la situación podría agudizarse hacia fin de año, si se confirman los pronósticos del gobierno de un crecimiento de 8% en el cuarto trimestre. Se rompería así el ritmo de expansión de dos dígitos que China logró extender por cinco años, y que finalizó con un avance de 11,9% en 2007.

“Las dos industrias que más elevan el consumo -propiedades y autos- han visto una corrección este año, y el impacto en otros sectores relacionados se está profundizando ahora”, alertó el Centro de Información Estatal.

La semana pasada, el Banco Mundial recortó su proyección de crecimiento para China a 7,5% en 2009, desde 9,2% estimado en junio, por las expectativas de que la crisis financiera global golpee la demanda por productos chinos. El FMI y la OCDE también rebajaron sus pronósticos.



Agitación social

“Las excesivas quiebras y recortes de producción conducirán a un desempleo masivo y estimularán las tensiones sociales”, alertó el director de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, Zhang Ping. La caída en las exportaciones amenaza con provocar una revuelta social en un país con 1.300 millones de habitantes.

En Guangdong unos 500 trabajadores superaron a 1.000 efectivos policiales e irrumpieron en una fábrica de la juguetes de Kader Holdings el jueves, demandando mejores compensaciones por sus despidos. El mes pasado cerca de 1.000 trabajadores protestaron fuera de una fábrica de juguetes en Dongguan, exigiendo que se les pagaran los sueldos adeudados luego de que la compañía cerrara sus puertas. El gobierno calcula que dos tercios de los pequeños manufactureros de juguetes cerraron sus fábricas en los primeros nueve meses del año.

Las pymes representan 60% del PIB de China y 75% de los empleos urbanos.



Menores inversiones



Los dos años de problemas con los controles de calidad le están pasando la cuenta a las aspiraciones chinas de convertirse en plataforma de manufacturas. Una encuesta de la consultora AMR Research a 130 empresas manufactureras, descubrió que el temor por la calidad es una de las principales razones por las cuales las empresas de manufacturas de Estados Unidos están cancelando sus planes de importar más productos desde China.

Esto no significa una salida masiva desde China. Dos de cada tres compañías dijeron que aún planean expandirse en el país, en su mayoría porque ya tienen operaciones y proveedores en China continental. Sin embargo, esto representa una gran caída desde mayo, cuando cuatro de cada cinco firmas revelaron que tenían planes de expansión.

De acuerdo con el estudio, China está perdiendo la atención de las empresas estadounidenses frente a México y Latinoamérica.

www.df.cl

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