miércoles, 12 de noviembre de 2008

El paquete de rescate cambia de rumbo

Lourdes Heredia
BBC Mundo, Washington

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, anunció este miércoles que el paquete de rescate financiero de US$700.000 millones no se utilizará para comprar "deudas tóxicas", como estaba previsto. En cambio, se usará para revitalizar el mercado crediticio y darle más liquidez al sistema.
"Necesitábamos actuar con rapidez y firmeza, y la compra de activos ilíquidos, que era nuestro objetivo inicial, habría requerido más tiempo para ser puesta en práctica y no habría resultado suficiente, dada la severidad del problema", explicó.

Por eso, en lugar de comprar activos invendibles de los bancos, la prioridad gubernamental será la reactivación del consumo, mediante el aumento del crédito.

A esto el gobierno le dedicará el primer tramo del paquete, de US$350.000 millones.

"La iliquidez de crédito está subiendo el coste de los préstamos y reduciendo la disponibilidad de créditos para consumo privado, coches, estudiantes y tarjetas de crédito", señaló el funcionario.

Mano dura a los bancos

Según los economistas, el plan es aceitar la maquinaria financiera, pero evitar que haya desperdicios.

Por eso, las autoridades enfatizan que las instituciones financieras deben poner su granito de arena.

En este sentido, la Reserva Federal -el banco central de EE.UU.- y otros organismos estatales publicaron una guía que debe servir para todas las instituciones financieras, incluso las que no reciban ayuda federal.

En esta guía, se les pide a los bancos que trabajen con los deudores hipotecarios para evitar la morosidad, aunque sea a través de un refinanciamiento.

También se les exhorta a que tengan en cuenta la crisis al calcular las ganancias para los accionistas y la remuneración para los directivos.

Lo que intenta evitar el Tesoro es que los bancos que reciban fondos públicos los usen para sus propios fines -como pagar a los ejecutivos- en lugar de ayudar a las familias en peligro de perder sus hogares.

Industria automotriz

Paulson aclaró que el Tesoro no piensa utilizar los fondos del paquete para rescatar a las empresas automotrices.

"Yo sé que los fabricantes de automóviles son importantes para Estados Unidos", dijo, en una conferencia de prensa.

Sin embargo, enfatizó que los US$700.000 millones son para ayudar a las instituciones financieras y no al sector automotriz.


Tres grandes compañías -Ford, General Motors y Chrysler- tienen graves problemas financieros y los analistas dicen que sin ayuda del gobierno no podrán sobrevivir.

Paulson reconoció que "se necesita una solución" pero insistió en que su objetivo es reforzar el sistema financiero, cuya caída afectaría a toda la economía.

¿Luz al final del túnel?

El secretario del Tesoro también reconoció que Estados Unidos "está al tanto y avergonzado de sus propios errores" por la actual crisis.

Sin embargo, el funcionario insistió en que se están tomando todas las medidas necesarias "para prevenir una amplia crisis sistémica".

"Tanto en casa como en el resto del mundo se han visto ya signos de mejoría", señaló.

Eso sí, aunque ya se dio el primer paso, Paulson advirtió que quedan muchos desafíos por delante, sobre todo por las "deudas tóxicas" que siguen en manos de los bancos.

http://news.bbc.co.uk/

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