Tras la aprobación con modificaciones en el Senado del llamado impuestazo tecnológico que incrementa los impuestos internos a productos informáticos no fabricados en Tierra del Fuego, la industria argentina de bebidas gaseosas podría ser la próxima que sufra el apetito recaudador del Gobierno.
Ahora, las autoridades le habrían dado luz verde a un proyecto que pertenece a los diputados oficialistas Alejandro Rossi y Raúl Solanas, de Santa Fe y Entre Ríos, y que propone establecer el impuesto interno a la venta de bebidas no alcohólicas en 20 por ciento.
En la actualidad esa alícuota llega al 4% para las bebidas de este tipo que sean elaboradas a base de jugos, y al 8% para las gaseosas del tipo cola.
La idea del proyecto de ley es impulsar la modificación de la Ley de Impuestos Internos para subir ambos gravámenes.
La preocupación por las consecuencias que esta iniciativa legislativa podría tener en el negocio de las fabricantes de gaseosas es tal que llegó a esta ciudad mexicana, sede de Coca Cola-Femsa, la mayor embotelladora de la marca de bebidas gaseosas de Latinoamérica.
Argentina
En el caso de la Argentina la empresa distribuye el 40% de las bebidas de Coca Cola, y controla de manera exclusiva los mercados de Capital Federal y la provincia de Buenos Aires. En esas regiones comercializa además los jugos Cepita y las bebidas isotónicas Aquarius, Dasani y Powerade.
La iniciativa también aplicará impuestos a bebidas elaboradas con jugos de fruta, aguas minerales y algunos tipos de aguas saborizadas. Esta categoría, llamada ´alimento líquido´, hoy no paga impuestos internos pero comenzará a hacerlo si se aprueba el proyecto, que a un mes de ser presentado no fue aún tratado en Comisión.
Pero como la intención de los diputados es promover la producción frutícola, especialmente en el norte del país, este tipo de bebidas terminarían pagando un impuesto hasta un 80% más bajo que el de las gaseosas.
De todos modos, al incluir tales productos, el proyecto alcanza también a los negocios de grandes grupos internacionales como Ambev, filial brasileña de la belga Inbev, dueña de la cerveza Quilmes y comercializadora de Pepsi, Gatorade y Eco de Los Andes. Otro grupo perjudicado sería Danone, líder del mercado de aguas con Villa del Sur, Villavicencio y Ser.
Otro artículo de la iniciativa incorpora un gravamen a las energizantes, que pertenecen a la categoría de ´suplemento dietario´ y pasarían a tributar una alícuota de 20%.
Las fuentes de Coca Cola-Femsa consultadas por El Cronista en esta ciudad mexicana se limitaron a explicar que “la empresa mira el mediano y largo plazo para sus inversiones”. Calificaron como “frecuentes” los cambios en las reglas de juego en mercados como el argentino, aunque no pudieron ocultar la preocupación por las consecuencias de este posible impuestazo.
Además de la Argentina, Coca Cola-Femsa opera en nueve países de la región como México, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Venezuela y Brasil. También lo hacen otros grandes jugadores mundiales del mercado de las bebidas que tienen operaciones en Argentina y en otros países importantes de la región como México y Brasil. Por eso se considera que la Argentina podría restar atractivo como blanco de nuevos proyectos si se trata y se aprueba el nuevo impuestazo a las gaseosas.
Fuente: El Cronista
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