La firma mexicana Coca-Cola-Femsa, la segunda mayor embotelladora mundial de Coca y la primera en América latina, busca hacer nuevas adquisiciones que podrían orientarse a la Argentina, donde envasa la marca para el 40% de los consumidores nacionales, con su presencia exclusiva en Capital y Buenos Aires.
“Hay posibilidad de nuevas adquisiciones”, dijo a periodistas argentinos en Monterrey, Juan Fonseca, director de Relaciones con Inversionistas del grupo Femsa en esa ciudad mexicana, la misma donde se asentó la empresa en 1890, a través de la instalación de una planta cervecera. “Con Coca-Femsa estamos a un año de no tener deuda y ese sería el mejor destino del dinero”, agregó el directivo de la empresa que inició sus operaciones en la Argentina en 1994 y actualmente emplea a 2.300 trabajadores. El mercado de la división refrescos produce un flujo libre de u$s 500 millones al año, y entre las posibilidades de inversión, la compra de embotelladoras es el primer destino en que se piensa, según Fonseca. Consultado sobre la posibilidad de que un nuevo impuesto aumente hasta 16 puntos el gravamen sobre las bebidas sin alcohol en la Argentina, el directivo se mostró poco preocupado.
El móvil explícito del impuestazo que se proyecta en el país es defender a los productores de frutales, gravando a las bebidas que contienen menos del 10% de jugos en su composición.
Pese a que en este contexto Fonseca reconoce que Brasil, donde la empresa opera en los mercados de bebidas y cervezas “es la niña mimada del mercado” en términos de recepción de inversiones, también explica: “queremos comprar a precios convenientes”. Por eso la Argentina podría ser un buen destino de adquisiciones en momentos en que la firma espera aún “que bajen los precios”.
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