domingo, 15 de marzo de 2009

Nada le quita el sueño

MIS INICIOS. JULIETA CALVO DE SALINAS, KOMFORT

Empezó en Breña en los años 50, fabricando colchones. Hoy produce todo para la cama
Por: Mayra Castillo
Dormirse en sus laureles nunca fue una opción para el cubano Salvador Salinas, quien en 1955 decidió echar raíces en el Perú, la tierra de su esposa Julieta Calvo. Cincuenta y cuatro años después, a la señora de Salinas le brillan los ojos al hacer memoria: su esposo tenía experiencia fabricando colchones en Cuba como proveedor de las tiendas Sears, pero en la isla no se hacían los resortes. “Su visión fue producir poco a poco todos los insumos de los colchones en el Perú: desde los resortes hasta el tapizado final”, dice Julieta Calvo. Al llegar, Salvador Salinas se dio cuenta de que el negocio colchonero en el Perú era incipiente y había mercado de sobra. No se iba a dormir.
Así, Komfort comenzó a vender colchones de resortes, cuando todavía se hacían con paja, lana y algodón. “En los años cincuenta, antes de Fidel, había mucha tecnología americana y moderna en Cuba. Mi esposo trajo todo eso al Perú, por primera vez”, dice Julieta Calvo. Pasaron de Breña al Callao al poco tiempo y aunque doña Julieta —o July, como la llaman— no estaba al tanto de los asuntos de la empresa, fue testigo de los sucesivos cambios para llegar a ser una empresa fuerte y consolidada.
En 1967, Komfort abrió su primera tienda boutique en San Isidro y dio inicio a la primera cadena de tiendas dedicadas a cobijar mejor el sueño de los peruanos. “Los cambios eran progresivos, tras los viajes de Salvador a convenciones internacionales, por eso no sentíamos que había competencia real”. De los colchones pasaron a los box spring y tarimas; después buscaron usar algodón más ligero para menor peso y mayor movilidad; diseñaron resortes de distintos tamaños y usaron el sisal (fibra de cactus) para aislar los alambres de las espaldas cansadas.
Hasta que llegaron los años 90 y la oferta empezó a crecer y a cambiar. Las espumas de la competencia costaban mucho menos y ofrecían camas blanditas pero que, a la larga, podrían causar dolores de espalda. “Jamás intentamos competir con ellos. Nuestro éxito estaba basado en un detalle: la garantía de 25 años y por eso los nuevos compradores casi siempre son hijos de los primeros consumidores”.
Actualmente, Komfort tiene una planilla de más de 200 trabajadores y cinco tiendas en Lima y otras similares en Chiclayo, Piura, Trujillo y Arequipa. No dejan el retail, pues el 70% de sus ventas proviene de tiendas por departamento y supermercados, “El mayor potencial está en los clientes corporativos, como hoteles, que reciben un servicio integral de traslado, colocación y limpieza”. A la matriarca de Komfort, el futuro no le quita el sueño.

MIS CLAVES
Tradición y garantía. La experiencia es nuestra fortaleza, así como el uso de los mejores insumos peruanos.
Innovación. EE.UU. es el país que más visitamos para capacitarnos y adoptar las últimas tendencias en la industria del descanso.
Inversiones. El año pasado compramos una máquina para hacer resortes y dos camiones más para cubrir la demanda.

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