jueves, 19 de febrero de 2009

Impacto del plan Obama se vería a finales del 2010

DEPENDERÁ BÁSICAMENTE DEL ESTÍMULO FISCAL

Primas de riesgo a la baja podrían hacer fluir las inversiones a países emergentes
Por: Luis Davelouis
El principal problema que enfrenta el plan de estímulo económico por US$787.000 millones de EE.UU. es la falta de credibilidad. Si el mercado no se convence, no importará con cuánto dinero se disponga, sus expectativas lo seguirán arrastrando a la baja.
La revista británica “The Economist” publicó unos estudios de la oficina de presupuesto del Congreso de ese país que predicen que el impulso que se busca obtener con el paquete de ayuda recién podría alcanzarse hacia finales del 2010.
Esta estimación y la continua aparición de pedidos de ayuda por parte de las empresas que son vitales para las cifras de empleo en EE.UU., como Chrysler y General Motors, afectan la confianza de los estadounidenses.
Mientras la incertidumbre no se disipe, nadie (o algunos pocos, muy temerarios) apostará por invertir en sectores ligados a la demanda interna de EE.UU., como en agroindustria o textiles.
LA LÓGICA Y LA MECÁNICAComo se sugiere en el “Financial Times”, la crisis de EE.UU. se parece mucho a la que sufrió Japón, por lo que la recuperación podría tomar los 10 años que le tomó a este país.
¿Por qué tanto tiempo? Porque dependerá básicamente del estímulo fiscal y no del impulso monetario de las tasas de interés a la baja. Este último busca alentar el crédito y el gasto entre las empresas y ciudadanos, y quizás ahí esté el fondo del asunto.
Tanto en el Japón de finales del siglo XX como en el EE.UU. de hoy, las compañías y las personas están sobre endeudadas y son conscientes de ello, por lo que prefieren rebajar o ir pagando sus deudas antes que endeudarse más, ni aun con tasas cercanas a 0%. Para muestra un botón: en 1981, el total de la deuda privada en EE.UU. representaba el 103% de su PBI, mientras que el último trimestre del 2008, este representa el 209%.
Es por ello que el comité de presupuesto del Congreso de ese país estima que el impulso monetario no ayudará a la economía así se active el crédito, lo que, además, aún estaría lejos de suceder.
Entonces, será el impulso fiscal —el gasto directo del Estado a través de inversión en infraestructura social y económica— del que dependerá la recuperación. Sin embargo, la dificultad se centra en los plazos de ejecución, pues el efecto solo se sentirá cuando las inversiones se realicen efectivamente. Si bien este país tiene indicadores de eficiencia mucho más altos que el Perú, EE.UU. no es Suiza y ello tomará un tiempo.
¿Cuánto? Como decíamos al inicio de esta nota, tal vez empecemos a ver las primeras señales a finales del 2010. Pero cuando eso suceda, probablemente el mercado empezará a adelantarse a la recuperación bajando las primas de riesgo (las tasas a las que cotizan los bonos soberanos), y la inversión volverá a fluir a los países considerados de mayor riesgo.

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