jueves, 12 de febrero de 2009

Crisis podría durar hasta tres años en la región


La mayoría de los banqueros de América Latina estima que los efectos de las turbulencias financieras tardarán en desaparecer, provocando una restricción del crédito y un alza en las tasas, según reveló una encuesta.
por AméricaEconomía.com


Santiago. La crisis financiera que azota los mercados mundiales tardará en desaparecer en América Latina, según revela una encuesta realizada a los principales ejecutivos de bancos de la región. A su juicio, las turbulencias financieras tardarán entre uno y tres años en superarse, indica la investigación divulgada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban).
El sondeo, que recabó las opiniones de más de 100 ejecutivos de bancos grandes, medianos y pequeños en 19 países latinoamericanos y caribeños a fines del 2008, revela que dos de cada tres banqueros encuestados estiman que la crisis afectará a los mercados financieros de sus países entre uno y tres años.
Un porcentaje similar de los encuestados coincide en anticipar una escasez de financiamiento para sus instituciones. Otros efectos esperados son menores ingresos de remesas a la región y una disminución en las operaciones de comercio exterior.
La encuesta, que en años previos se llevó a cabo para conocer la predisposición de la banca comercial para financiar a la pequeña y mediana empresa (Pyme), encontró que los banqueros prevén que habrá menos crédito y tasas de interés más altas para tales empresas. No obstante, nueve de cada 10 encuestados manifestaron que sus bancos continúan interesados en mantener o incrementar su apoyo al sector. Entre los servicios más habituales mencionaron capital de trabajo, líneas de crédito, asesoría sobre comercio exterior y liquidaciones de sueldos y pagos.
En un reciente comentario sobre las perspectivas de la banca en la región, el presidente de Felaban, Ricardo Villela-Marino, señaló que “los bancos latinoamericanos por lo general están sólidos, solventes, líquidos, con baja morosidad, niveles de aprovisionamiento y adecuación de capital por encima de los niveles de los acuerdos de Basilea. Lo que seguramente permitirá a los países y bancos latinoamericanos atravesar la crisis internacional en mejores condiciones que en el pasado, y por lo tanto seguir atendiendo estos segmentos de mercado”.


En materia de requisitos para la aprobación de créditos para Pymes, como en años anteriores los banqueros destacaron la importancia de contar con flujos de caja que demuestren solidez, estados financieros creíbles y un historial crediticio limpio. Menor importancia fue asignada a la disponibilidad de garantías reales o financieras.
“Los bancos han tenido reacciones variadas ante la crisis”, comentó Carlos Roa, coordinador de la Unidad de Instituciones Financieras de la CII, que se especializa en Pyme. “Algunos han fortalecido su liquidez y su capitalización, estando listos para incrementar su participación de mercado, aunque con menores ritmos de crecimiento y criterios más selectivos para otorgar crédito. Otros bancos están más enfocados en mantener sus actuales exposiciones, apoyando a sus clientes en temas de capital de trabajo más que financiando nueva inversión productiva”, agregó Roa.
Una tendencia auspiciosa es el mayor interés de la banca comercial por las microfinanzas, una actividad dirigida a empresas con menos de 10 empleados. En mayor medida que los bancos pequeños, las entidades financieras grandes perciben a este segmento como un negocio atractivo. Cuatro de cada 10 de los encuestados afirmaron que sus bancos ya operan en microfinanzas mientras que otros tres tienen planes para ingresar en esa actividad a corto o mediano plazo.
“Es notable que, en este contexto de crisis, aumente el interés de los bancos en las microfinanzas”, comentó Sandra Darville, jefa de la Unidad de Acceso al Financiamiento del Fomin. “Esto refleja el grado de madurez que están alcanzando las microfinanzas en nuestra región”.
Según datos del Fomin, en la actualidad el sector de la microempresa de América Latina y el Caribe es atendido principalmente por más de 500 entidades microfinancieras, que atienden a la mitad de los 8 millones de clientes de microcrédito de la región. El resto recibe atención de bancos, cooperativas y entidades oficiales.
Metodología. El sondeo, realizado por la encuestadora D’Alessio IROL de Argentina, consideró bancos grandes a aquellos con más de 5.000 empleados y más de 150 sucursales. Los bancos pequeños, menos de 300 empleados y menos de 10 sucursales. La investigación fue encargada por el Fondo Multilateral de Inversiones y la Corporación Interamericana de Inversiones, entidades afiliadas del grupo BID, y por Felaban, que agrupa a más de 500 entidades financieras en América Latina.



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