miércoles, 11 de febrero de 2009

Bancos podrán reprogramar deudas con buenos clientes

Incluye a usuarios con buen historial y que generen deudas por primera vez. Abarca préstamos hipotecarios, de comercio, consumo y microcréditos
Por: Luis Davelouis Lengua

Todas aquellas personas naturales o jurídicas que por primera vez tengan problemas para cumplir el cronograma de sus pagos podrán reprogramarlo sin por ello perder la calificación de crédito normal (que no tiene problemas de pago) ante el sistema financiero, según un oficio firmado por el titular de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), Felipe Tam.
Cuando una empresa o alguna persona se atrasa en sus pagos a una institución financiera, esta última debe realizar una provisión —inmovilizar parte de su liquidez para afrontar un posible no pago a futuro—. El deudor atrasado inmediatamente pasa a la categoría deficiente con la institución acreedora y con problemas potenciales en el sistema.
La reprogramación le permite al cliente mantenerse como sujeto de crédito ante el sistema financiero y evita que este provisione recursos que podría prestar y cuyo costo (el dinero que no presta cuesta) es trasladado a los clientes. Esta provisión eleva el costo del crédito y hace más lentos el consumo y la producción.
¿CÓMO FUNCIONA?Todos los tipos de crédito (comercial, hipotecario, microcrédito y consumo) están incluidos. Pero el beneficio no es para todos los usuarios, explica el gerente general de Asbanc, Enrique Arroyo.
“Si, por citar un ejemplo, una empresa que ha cumplido puntualmente con sus obligaciones, pide S/.1.000 de crédito para pagar S/.100 al mes en un año y las ventas se le caen a la mitad, esta puede, antes de que venza el plazo del pago de la cuota, acercarse al banco para pedir una reprogramación en la que se cambiarían las condiciones originales del crédito”, explicó.
El gerente de estudios financieros de la SBS, Javier Poggi, señala que “se quiere dejar completa libertad (a las instituciones financieras) para que se analice caso por caso, siempre previendo que la empresa sea viable, que se trata de un tema temporal y que se pueda acomodar el calendario de tal forma que el pago se complete”. Lo mismo ocurre con las personas.
En teoría, dado que la reprogramación no implica cambio de calificación para el deudor, una misma persona o empresa podría calificar para una de estas operaciones hasta una vez con cada una de las entidades financieras del sistema.
Pero un deudor no puede acceder al beneficio cuando la deuda ya fue reprogramada o si el banco o entidad acreedora determina que la falta de pago se debe a un tema estructural, esto es, una circunstancia que se haga permanente y amenace los flujos de caja futuros de la empresa. Incluso la viabilidad financiera y la existencia de la empresa.
“Exagerando, se podría pensar en un deudor exportador que solo vende espárragos u otro producto y que, de pronto, se descubre que estos producen cáncer… El exportador nunca más venderá una sola unidad. Ese es un problema estructural y esa deuda no se reprograma”, alertó Enrique Arroyo.
Si crisis se prolonga, no habría logros“La medida de la SBS me parece positiva si es que se contempla un escenario en el que el impacto de la crisis en el Perú no es tan profundo ni se alarga mucho (...) pero inevitablemente tenemos para dos años más en el frente interno con los efectos de la crisis, no me queda ninguna duda”, sostuvo el economista, Juan José Marthans.
El también ex jefe de la SBS explicó que bajo el esquema actual, si las condiciones del mercado se hacen más duras, es muy probable que muchas de las empresas que hayan accedido a este beneficio lo pierdan, pues solo se puede reprogramar una vez.
En efecto, en el ejemplo de Arroyo, las ventas de una empresa caen en 50%, pero si las condiciones del mercado empeoran las ventas podrían caer 25% más. Si la empresa no puede volver a reprogramar la deuda, pasará a la calificación de deficiente, la deuda se refinanciará y el beneficio desaparecerá, según explicó el propio funcionario de Asbanc.
“Si es que no se cambia el perfil de calificación del deudor, si vuelve a incumplir podrían generarse distorsiones en los estados financieros de las instituciones acreedoras”, afirmó Marthans.
Para él, lo que se está haciendo es comprar algo de tiempo, pero no será suficiente.
SEPA MÁSSe quiere evitar mayor morosidad
La autorización fue dada mediante un oficio dirigido por el titular de la SBS, Felipe Tam, a los gerentes generales de las entidades supervisadas por dicha superintendencia.
Al 31 de diciembre del 2008, la morosidad total del sistema financiero era de 1,27%, ligeramente superior al 1,22% registrado al 31 de julio del mismo año.
Proporcionalmente, la morosidad entre los créditos comerciales (a empresas) fue la que se incrementó más.

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