Brasil, Rusia, India y China quieren jugar en la cancha principal, pero aún deben hacer mucho más en materia de apertura e inserción internacional.
por AméricaEconomía.com
Santiago. La crisis que asola a la economía mundial ha dejado muchos afectados, pero también ha potenciado el surgimiento de nuevos actores. Uno de ellos es el grupo de naciones conocido como BRIC –que integran Brasil, Rusia, India y China-, las cuatro economías emergentes más grandes del planeta.
Con Estados Unidos y Europa tambaleantes por la crisis financiera global y un planeta asfixiado por la escasez del crédito, a cada paso estas robustas naciones emergentes podrían jugar un papel hasta ahora impensado a escala mundial.
Por de pronto, la reunión del G20 (el grupo de las 20 naciones más industrializadas) celebrada el 15 de noviembre pasado consolidó la presencia de los BRIC en una relevante mesa donde se discutió cómo lidiar con los efectos de la crisis financiera y también sobre los principales lineamientos de lo que serían las reformas del sistema financiero internacional. Ahí, los integrantes de este grupo enarbolaron las banderas de evitar el proteccionismo y de impulsar políticas anticíclicas para encarar la crisis.
“Celebramos los avances del BRIC como foro de diálogo y de acciones comunes. Nuestros países representan una fuerza poderosa en el debate global. Los países en desarrollo son responsables por el 75% del crecimiento de la economía del mundo”, declaró hace unos días el presidente brasileño, Lula da Silva, tras reunirse en Rio de Janeiro con su colega del BRIC, el mandatario ruso Dmitri Medvedev.
En esa oportunidad, Lula y Medvedev anunciaron la primera cumbre presidencial del grupo, a realizarse en Rusia en 2009. “Tenemos grandes expectativas en la reunión. Rusia y Brasil, junto a China e India, tienen condiciones de salir de esta crisis no con lágrimas sino con oportunidades, haciendo que nuestra asociación sea más fuerte”, decía confiado el gobernante brasileño.
Con anterioridad, el ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, señalaba que las mayores economías emergentes están listas para proveer más financiamiento al Fondo Monetario Internacional (FMI), a cambio de tener una voz más fuerte en la organización multilateral.
Por su parte, el presidente del Banco Central de Brasil, Henrique Meirelles, agregaba que su país impulsará la creación de nuevos cuerpos multilaterales para supervisar los mercados financieros. “Una de las cosas que están en la agenda es la discusión de organismos que puedan regular las operaciones financieras globales, que están por encima de cada gobierno”, dijo Meirelles a la prensa con motivo de una reunión de representantes de las naciones BRIC antes de la cita del G20.
¿Motores del crecimiento y de un nuevo paradigma? Si bien su presencia en la economía global es más que relevante, de hecho si la economía mundial logra crecer sobre un punto porcentual en 2009 será gracias a la demanda de los BRIC. Los analistas piensan que estos países aún tienen tarea por delante si quieren convertirse en los impulsores de un crecimiento sostenido y de un nuevo paradigma de intercambio comercial entre las naciones.
“Para que puedan actuar como un bloque aún más relevante en las finanzas y el comercio internacional, se requiere de parte de varios de ellos una opción más decidida por la apertura internacional y la globalización de sus empresas”, dijo a AmericaEconomía.com el director de la División de Comercio Internacional de la Cepal, Osvaldo Rosales.
El economista de la Cepal reconoce que Brasil viene avanzando mucho en los últimos años en la globalización de sus empresas. “Aunque se podría esperar que con la actual crisis y drenaje de la liquidez financiera este proceso pueda atenuarse en alguna medida, estoy seguro que apenas se restablezca cierta normalidad en los flujos financieros el proceso de internacionalización de las empresas brasileñas va a continuar”, dice.
Rosales explica que como resultado de esa mayor inserción internacional, la economía brasileña se beneficia adquiriendo mejores estándares de calidad y aprovechando las oportunidades globales que se abren a sus empresas.
Comercio Sur-Sur. ¿Qué beneficios tendría la consolidación del grupo BRIC para las economías de la región? Según el experto de Cepal, eso debería reflejarse en una dinámica de comercio sur-sur mucho más relevante. Hasta ahora esos flujos se manifiestan en los importantes términos de comercio que China viene realizando con África y América Latina, pero Rosales explica que este intercambio “tiende a reproducir los esquemas básicos de comercio centro-periferia que tanto criticábamos en décadas pasadas”.
Rosales sostiene que para que el comercio sur-sur se vaya constituyendo en un factor de efectiva transformación productiva de las economías latinoamericanas y de diversificación exportadora “debería haber también un énfasis en el comercio intra-industrial (entre fábricas o manufacturas) y en la apertura del comercio de servicios”.
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