Emblema del capitalismo “bushista”, la cadena minorista reemplazará al despiadado Lee Scott. Primero, vendrá Michael Duke (jefe de operaciones interacciónales). Luego, Eduardo Castro-Wright, un ecuatoriano no muy distinto de Scott.
Llama la atención que George W.Bush se lleva consigo a Scout, un hombre de 60 años que ha doblado en nueve años la facturación de un gigante con 800.000 asalariados en el mundo e ingresos anuales por US$ 379.000 millones. Scott es republicano y amigo de los Bush, en tanto sus sucesores son políticamente neutros.
En verdad, su gestión actuó rasgos implacables legado por Samuel Walton, que creció desde el interior de Estados Unidos eliminando comercios familiares y grupos locales. Su primer emprendimiento data de 1962. Ahora, Scout entregará la posta a fin de enero –continuará dos años en un cargo simbólico- y Duke asumirá un interinato hasta que, en 2010, llegue Castro-Wright.
Las sombrías perspectivas de Wal-Mart, empero, no tiene que ver el ocaso de Bush ni el arribo de Barack Obama. Como sus propios rivales, la cadena minorista afronta ya un presumible bajón de demanda en EE.UU. (su plaza dominante). A criterio de varios expertos sectoriales, luego de Acción de gracias (jueves 27), el viernes y el lunes “negros” (28,1º) revelarán que el público comprará bastante menos estas fiestas.
Pero otra característica de la cadena, pagar los salarios más bajos posibles e importar masivamente de China y otros países con mano de obra barata, aumenta su exposición a la crisis financiera internacional. En este contexto, Castro-Wright será al principio lugarteniente de Duke, con facultades ejecutivas superiores. Su cometido: que el grupo –donde la familia Walton singue siendo accionista fuerte- capee las turbulencias internas y externas. Por de pronto, los recientes reveses bursátiles determinan que el título valga 22% menos que en 2000 (dato que la firma trata de silenciar).
http://www.mercado.com.ar/
No hay comentarios:
Publicar un comentario