sábado, 8 de noviembre de 2008

Amancio Ortega: El creador de Zara revela sus secretos


Es la primera vez, en sus seis décadas de éxito empresarial, que el hombre más rico de España habla públicamente sobre sus humildes orígenes y cuenta las ocasiones en que ha llorado de emoción al ver cómo su imperio conquista Nueva York, París y Tokio, sumando ya más de cuatro mil tiendas en todo el planeta. Qué Pasa habló con la periodista que logró entrevistarlo -Covadonga O'Shea- y que plasmó dichas conversaciones en el libro "Así es Amancio Ortega, el hombre que creó Zara", recién publicado en España. Aquí, extractos de la biografía.
Desde Madrid por Ricardo Leiva

Amancio Ortega tenía apenas 12 años cuando sufrió una experiencia que cambiaría su vida para siempre y que le impulsaría a trabajar sin descanso hasta convertirse en el empresario más rico de España: "Una tarde, al salir de la escuela fui con mi madre a una tienda a comprar comida. La tienda en la que entramos era uno de aquellos ultramarinos (almacenes) de la época, con un mostrador alto, tan alto, que yo no veía a quien hablaba con mi madre, pero le escuché algo que, pese al tiempo transcurrido, jamás he olvidado: 'Señora Josefa, lo siento mucho, pero ya no le puedo fiar más dinero'. Aquello me dejó destrozado... Esto no le volverá a pasar a mi madre nunca más. Lo vi muy claro: a partir de ese día me iba a poner a trabajar para ganar dinero y ayudar en mi casa. Abandoné los estudios, dejé los libros y me coloqué de dependiente en una camisería... Mi padre (ferrocarrilero) ganaba trescientas pesetas. Éramos tres hermanos: Antonio, el mayor; Pepita, la única chica, y yo, que era el pequeño. Con ese sueldo, nunca llegábamos a fin de mes".

Ortega cumplió su palabra: después de esperar un año para que le dieran "el alta", porque ni siquiera tenía la edad para trabajar legalmente, fue contratado como el último empleado de la tienda Gala, en La Coruña, al noroeste de España. Después de ascender a encargado del establecimiento, en 1963 decidió seguir "un impulso" y, junto a su primera mujer, Rosalía Mera Goyenechea, su hermano Antonio y su cuñada, "que sabía de costura", fundó Goa. Los dos matrimonios se pusieron a fabricar "las famosas batas boatiné (tejido acolchado), que entonces estaban tan de moda". Diez años después, Goa tenía quinientos empleados y estaba preparada para dar el gran salto: pasar de la distribución mayorista a la minorista, abriendo sus propias tiendas.

Esta es una de las numerosas historias que contiene el primer libro sobre el hombre más rico de España. Ortega siente una aversión tan extrema por las cámaras, la publicidad y la exposición, que nunca había concedido una entrevista... Hasta ahora. Porque la periodista española Covadonga O'Shea logró lo que parecía un imposible: que el fundador de Inditex hablara largamente con ella en múltiples encuentros desde que se conocieron en 1990. De estas conversaciones surgió "Así es Amancio Ortega, el hombre que creó Zara", una biografía autorizada publicada este mes que contiene un cúmulo de confidencias que permiten comprender cabalmente al hombre y al emprendedor que, sin estudios ni herencias ni más capital que su esfuerzo, hizo de Inditex un fenómeno comparable a Microsoft o Coca Cola.

Amancio, el fantasma

En 1979, Ortega fundó Inditex (Industrias de Diseño Textil), el mayor conglomerado mundial de moda, que tiene a Zara como buque insignia con 4.017 establecimientos en los cinco continentes. Es un caso de éxito empresarial que se estudia en las principales escuelas de negocios del mundo, como las de Harvard, Stanford y el IESE.

Sin embargo, a pesar de ser el máximo responsable de uno de los negocios europeos más exitosos de las últimas décadas, Amancio Ortega, de 72 años, es casi un desconocido en su país natal. Como evita todos los eventos sociales y no aparece nunca en los periódicos, pasea con su mujer por el Paseo Marítimo de La Coruña sin necesidad de escolta. Sus vecinos apenas lo reconocen, pues sólo ha permitido que lo fotografíen en una ocasión, cuando Inditex salió a la Bolsa, el 23 de mayo de 2001.

Esta operación, sin embargo, estuvo a punto de fracasar, porque Ortega se negó hasta el final a mostrarse en público. Entonces advirtió a los suyos: "Si me hacen cambiar mi forma de vida, no salimos a la Bolsa y yo sigo viviendo tan tranquilo. Ya se lo he dicho a quienes me han querido oír: a mí dejadme trabajar, que es lo que yo sé hacer". Ya era muy tarde, para su pesar, así que accedió a hacerse una fotografía, la única oficial hasta ahora, para aparecer en la memoria corporativa de Inditex y ganarse la confianza de los nuevos accionistas, que hasta entonces sólo conocían su nombre. Ni siquiera viajó a Madrid para encabezar la apertura, la más exitosa del comercio español y la que ha logrado una prorrata nunca igualada hasta ahora.

"Una vez en un bar de Coruña", cuenta Ortega en el libro, "un hombre empezó a alardear de conocerme, yo estaba a su lado tomando el café y riéndome". Nadie sabía entonces quién era Amancio.

La primera confesión

Hoy, Ortega es uno de los personajes más conocidos en España. Y en el mundo. El recuerda su expansión internacional con una emoción provinciana. "Me costó ir a Estados Unidos, entre otras razones mucho más importantes, porque el avión no me gusta demasiado. Recuerdo como si fuera hoy el momento en que llegué a la esquina de una de las calles más comerciales de la isla de Manhattan, donde teníamos el primer local en tierra americana. Cuando me topé de frente con la tienda de Lexington, situada a pocos metros de los famosos almacenes Bloomingdales, y comprobé desde fuera que estaba hasta arriba de clientas, no daba crédito a lo que veía. Otra vez me pudo la emoción y me encerré en el cuarto de baño para que nadie me viese los lagrimones que me caían. ¡Cómo me acordé de mis padres! ¡Qué orgullosos estarían de ese hijo que, como se decía entonces, se 'había lanzado a hacer las Américas' desde un pueblo perdido del norte de España!".

Ortega también lloró como un niño cuando abrió su primera tienda en París, en el Bulevar de los Capuchinos, en 1990: "Lograr que personas de todos los niveles sociales tuviesen la oportunidad de vestir bien. Esa era mi gran aspiración, pero jamás pude imaginarme lo que tenía por delante: al tratar de entrar en aquella primera tienda de la capital francesa, no logré traspasar la barrera de gente que hacía cola en la calle. Empecé a llorar en la puerta como un niño. No fui capaz de disimular".

O`Shea describe a "Cholito", como lo llamada su madre, como un hombre con una inteligencia natural y una memoria muy superiores a la media, y con una intuición extraordinaria. Un liberal "con cierta tendencia izquierdista", que ha hecho cuatro veces "el Camino de Santiago" y lo volverá a hacer el próximo año. Ortega dedica a esta actividad seis semanas al año, durante los que recorre casi 800 kilómetros, caminando seis o siete horas diarias. "Sí, soy creyente", dice, "desde pequeño me educaron en la fe y sé que tengo a alguien a quien dirigirme. Hace unos años, por ejemplo, me operé de algo serio en Estados Unidos y tuve miedo. En esos momentos de angustia le prometí a mi Amigo que, si salía bien de la operación, haría el Camino desde Roncesvalles hasta Santiago. Me cuesta trabajo pedirle cosas a Dios. Me siento incapaz de pedir algo más, porque comprendo que es mucho lo que me ha dado, pero me pongo en sus manos y Él me escucha". A Ortega le detectaron y extirparon un tumor del que sanó completamente, sin necesitar quimioterapia.

Aunque sigue trabajando hasta para el día de su cumpleaños, ahora va al gimnasio todas las mañanas y llega más tarde a trabajar, a eso de las 11, porque también toma desayuno con sus amigos. Sus comidas son sencillas. Su plato preferido: los huevos y papas fritas, con chorizo y pimientos.

Drogas y explotación

Ha sido tan fulminante el éxito de Amancio Ortega que no han faltado los detractores que aseguran, sin fundamento, que en Inditex se lava dinero y se explota a los trabajadores. El ex consejero delegado de la empresa, Javier Castellano, recuerda que el ex presidente de Cataluña, Jordi Pujol, se mostró preocupado por los supuestos vínculos de Inditex con el narcotráfico. Entonces Ortega y Castellano lo visitaron para contarle la verdad. Sin embargo, como Pujol no conocía a Ortega porque entonces ni siquiera se había publicado la famosa foto de la apertura a la Bolsa, pensó todo el tiempo que Castellano era Ortega y éste ni siquiera se molestó en desmentirlo.

Su hija, Marta, es igual de discreta. La heredera con más dinero de España también esquiva las cámaras, mientras se prepara para tomar el testigo de la empresa más admirada del país. Su padre solo quiere que la dejen tranquila: "Estudió en Suiza y en Londres. Ahora está en Barcelona, ocupándose de Bershka. En el futuro quién sabe. Lo que a mí me da mucha tranquilidad es que hayamos pasado a la segunda generación apenas sin enterarnos. Lo que no quiero es que en los periódicos se dediquen a hacer comentarios sobre ella. Quiero que la dejen en paz, que aprenda y trabaje y ya se verá lo que puede hacer el día de mañana. La sucesión se ha despejado porque todo se ha ido delegando".
Marta tampoco ha dado nunca una entrevista. Ni siquiera habló con Covadonga O'Shea. De tal palo, tal astilla, dicen.

``Amancio Ortega no está preocupado por la crisis´´

Covadonga O´Shea dedica su libro "Así es Amancio Ortega, el hombre que creó Zara", "a todos los que sueñan con hacer algo grande y trabajan duro para conseguirlo", y aunque no lo nombra directamente, es evidente que se está refiriendo al protagonista de su obra.

O`Shea es periodista y escritora. Conoció a Amancio Ortega en 1990, cuando era la directora de la revista de moda "Telva". Desde ese año, ha comido y conversado con él frecuentemente, y ha recopilado el fruto de esos coloquios íntimos en este libro de la editorial "La esfera de los libros", que acaba de ser lanzado en Madrid.

O´Shea es la presidenta fundadora del Instituto Superior de Empresas de Moda (ISEM).

-Usted conoce a Amancio Ortega desde 1990. ¿En qué se parece el de entonces al de ahora?
-Después de 20 años, todos somos muy distintos, sin embargo, a él no se le han subido sus logros a la cabeza. Es un hombre sencillo, que no cree ser el genio que todo el mundo piensa que es y que quiere caminar tranquilamente por la calle sin escolta. Las principales escuelas de negocios del mundo estudian su empresa, sin embargo, él siempre repite que el éxito de Inditex y de Zara depende de 80 mil personas y no de él, aunque es un visionario con las cosas clarísimas que trabaja todos los días, pese a lo cual no ha caído en la pedantería ni ha adquirido los tics de los nuevos ricos.

-En el libro usted dice explícitamente que no es posible entender el éxito de Inditex sin la figura de Amancio Ortega. ¿Qué pasará con la sucesión? ¿Sobrevivirá Inditex a la salida de Ortega de la empresa?
-Amancio Ortega sabe delegar y en la empresa ya está todo muy atado. Inditex es una gran compañía, que cuenta con una logística, una fuerza y un carisma inigualables, y que sabrá mantener esas características cuando Ortega no esté. Además, Inditex ha salido a la Bolsa y es muy profesional, pues Amancio Ortega se ha rodeado de los mejores, como el consejero delegado Pablo Isla.

-¿Pero está preparada su hija para tomar el mando de la empresa?
-Ella está preparada para trabajar muy bien, no sé si para sucederlo, porque eso tendrá que verse en su momento. Es una chica que ha estudiado en la London School of Economics y que cuenta con la instrucción adecuada para hacerlo muy bien, pues también ha trabajado en Barcelona y en Londres. La sucesión ha sido planificada empresarialmente y ella cuenta con la preparación para trabajar bien. Por ahora, su padre sólo quiere que la dejen en paz.

-¿De dónde vienen los rumores negativos que se han echado a correr en contra de Ortega?
-La gente se muere de envidia, porque es muy difícil repetir lo que él hizo, y por eso han lanzado bulos terribles en su contra. Efectivamente, es un hombre con un carácter fuerte y muy exigente, que siempre cree que las cosas se pueden hacer mejor y que no transige con chapuzas, que tiene las ideas muy claras y una cultura de empresa y de servicio. Es un hombre muy exigente, porque también se exige muchísimo a sí mismo. Sólo ahora, que tiene 72 años, se concede llegar un poco más tarde al trabajo para ir al gimnasio o tomar desayuno con los amigos.

Es obvio que tiene defectos, pero de ahí a que haya explotado a los trabajadores de Galicia, como algunos dicen, es ridículo. Yo he hablado con muchos de esos trabajadores y cuando les pregunto por esto, se enfadan y me dicen: "Sin Amancio Ortega ni siquiera hubiésemos comido".

Tiene 80 mil personas en nómina y un millón y medio dependen de sus empleos indirectos. Todos los empleados con los que he hablado me han dicho que es un hombre muy exigente, pero generoso, que regaló acciones de la empresa a todos cuando se abrió a la Bolsa. Quien hace eso no puede ser acusado de explotación. Dio el mismo número de acciones al director general y al último trabajador y eso no se ha vuelto a ver, y no es lo mismo que regalar un bolígrafo.

-¿Cómo son sus relaciones con el resto de los empresarios españoles tradicionales, como Emilio Botín, por ejemplo?
-Con Emilio Botín se admiran muchísimo, porque los dos son muy trabajadores y muy exigentes con ellos mismos. Son dos soñadores que trabajan duro para conseguir que sus sueños se conviertan en realidad. Amancio Ortega es un fuera de serie que ha acertado con su modelo de negocios. Aunque no se educó formalmente, da mucha importancia a la educación, sabe escuchar y se interesa mucho por los demás.

-¿Qué le ha dicho de la crisis?
-Lo vi hace 15 días cuando le llevé el libro y me dijo que sigue buscando oportunidades y que la crisis no le preocupa para nada, porque no se puede vivir con miedo. Hay que enfrentarse a lo que viene y resolverlo. Lo vi relajado. Zara ya tiene 4.071 tiendas, en plena crisis. Él no está preocupado para nada.



Las razones del exito

¿Por qué Inditex es la empresa líder del mercado mundial de la moda y ha convertido a Amancio Ortega en el hombre más rico de España? Covadonga O´Shea entrevistó a varios especialistas para explicar las razones de su éxito. Casi todos concuerdan en que Inditex logró integrar ámbitos que se encontraban muy separados hasta entonces: la fábrica con la tienda y la logística con el diseño. Así, consigue "dar al cliente lo que quiere con rapidez y a un precio atractivo para que aumente la frecuencia de compra". Sus señas de identidad son las siguientes:

1. Una relación calidad-precio casi perfecta. Un directivo de Inditex explica: "Desde los precios, todo el proceso se hace en casa sin intermediarios ni comisionistas. Además de comprar la materia a buen precio y contar con mano de obra barata, la fórmula empresarial está en que el margen de beneficio es muy pequeño. Preferimos ganar poco con cada prenda, pero vender muchas".

Gracias a una línea de producción de punta y la mejor tecnología, Zara ofrece siempre la última moda. La empresa renueva semanalmente sus prendas en los locales de todo el mundo y dos veces por semana en los europeos. El consumidor siempre encuentra productos nuevos, distintos de los que se probó hace una semana. Si algo le gusta, debe comprarlo de inmediato. "Se trata de crear un clima de escasez y oportunidad", dice un ex ejecutivo de la compañía. En España, el comprador visita las tiendas de Zara 17 veces al año, en promedio, frente a las 3,5 veces que va a otras tiendas de moda, las que suelen contar con una sola colección para toda la temporada.

2. Zara modifica continuamente sus productos conforme a lo que la gente va pidiendo. Al respecto, resulta paradigmático el caso de las tiendas de Estados Unidos después del 11 de septiembre de 2001. Gracias a su sistema de producción en tiempo récord, Zara cambió sus alegres tenidas por otras con tonos oscuros y sombríos, adecuados a la situación de tragedia que se transmitía, lo que contrastó durante mucho tiempo con las coloridas vitrinas de la competencia. Ortega lo explica así: "Tenemos la capacidad de desechar totalmente una línea de producción si no se vende, podemos tintar las colecciones con colores nuevos y podemos crear estilos en pocos días".

Esta fórmula inédita, que permite colocar el producto en la tienda, sin importar su localización, en menos de 15 días, ha sido bautizada como Just in time: "Adquirir ropa a la última para usar y tirar sin remordimientos al año siguiente".

3. Inditex cuenta con un sistema pleno de integración vertical: investiga en la calle, diseña sus propios modelos, los fabrica, los distribuye a sus propias tiendas y los comercializa directamente, no a través de franquicias.

www.quepasa.cl

1 comentario:

Àngel Martin dijo...

Envidia:
La envidia puede ser el peor enemigo de cualquier persona, he leído con interés la vida de Amancio Ortega y sus orígenes he incluso he indagado en otros lugares, y por lo que he podido deducir es:que todo a sido fruto de los buenos tiempos, las ideas de futuro y sobre todo las ganas de dedicación y entrega que tuvieron el Sr ortega, su señora y familia.
Mi preocupación es, que las personas pueden hacer tanto mal por que ellos sienten ni mas ni menos “envidia” por que unas personas con su gran esfuerzo y dedicación an llegado tan alto.
Tengo una anécdota que explicar y me remueve la conciencia: yo trabaje en una empresa de publicidad como chofer de gerencia y por circunstancias de la vida trabajamos con INDITEX, oysho, Massimo Dutti,breska, Estradivarius, y es mas TOUS y MANGO, y cuando salíamos de cada una de estas empresas el gerente para el que yo trabajaba siempre eran pestes hacia ellos. En muchas ocasiones fue capaz de hacerme creer que el fruto de INDITEX ha sido el narcotráfico y Mango tanto de lo mismo, De TOUS incluso fue capaz de decirme que tiene minas en Sudamérica con niños explotando minas.
Como una persona que desde mi punto de vista es casi insignificante puede hacer ese tipo de declaraciones sin tener en cuenta los factores mas importantes que son en las cual el y su empresa se están ganando el pan con ellos, eso es sencillamente “pura envidia”, mas les diré, si una persona tan insignificante que incluso es capaz de hablar tan mal de sus clientes por pura envidia que seria capaz e hacer una persona con poder como puede ser un empresario o un periodista, dejo aquí el dilema.
Yo si quiero agradecer al Sr ortega, su Señora y familia por lo que han aportado a nuestra sociedad, trabajo y sobre todo el prestigio de tener en España la empresa Textil más importante del mundo.
Quien no a entrado en una tienda del grupo Inditex, yo creo que nadie sea para comprar o mirar tan solo, quiero agradecer a la familia Ortega por su labor y dedicación al dar fruto una empresa que se identifica con la sociedad en la que vivimos hoy en dia.
Gracias por crear este imperio que forma parte de toda la gente trabajadora, GRACIAS familia ORTEGA. Gracias.
Àngel Martin Tordera a 7 de Octubre del 2009