sábado, 25 de octubre de 2008

Manejo económico permitirá enfrentar crisis con buen pie

Economistas coinciden en resaltar rigurosa disciplina fiscal de las autoridades
Por Luis Davelouis


La crisis internacional y la amenaza de una recesión global, cuyo mayor precedente es la depresión de 1930, siguen causando estragos en los mercados financieros internacionales y golpeando severamente las bolsas y los precios de los commodities.


Así, el balance de la semana fue negativo para todos los mercados, que ayer cerraron con caídas de hasta 7,62%, como fue el caso de la bolsa de Buenos Aires. La bolsa de Lima fue cerrada casi al inicio de la sesión, cuando solo perdía 0,76%, para evitar que el pánico que se extendía por Asia, Europa y América contagie las operaciones locales.


Al final, la caída fue inevitable y la bolsa retrocedió 6,66%, en línea con Wall Street, cuyo índice Dow Jones perdió 3,59%. Más temprano, las bolsas de Europa cerraron con caídas de 4,8% en promedio. En Asia, las bolsas de Tokio y Hong Kong cayeron 9,6% y 8,3%, respectivamente.


LA CRISIS EN EL PERÚ
En opinión de reconocidos economistas como Élmer Cuba, Juan José Marthans y Pedro Pablo Kuczynski, la violencia e impacto de la crisis del sistema financiero mundial han sido moderados en el Perú gracias a una rigurosa disciplina fiscal y al orden con el que se han venido manejando las finanzas públicas en general.


En el frente fiscal, como expuso el titular del Ministerio de Economía (MEF), Luis Valdivieso, que el Gobierno haya conseguido generar superávit alrededor del 2% del PBI durante los últimos dos años y que cuente con un fondo de estabilización fiscal que ronda los US$1.500 millones --y que se calcula que finalice el año bordeando los US$3.000 millones-- ayudarán a prevenir cualquier caída de los ingresos del Tesoro por el retroceso de los precios de los metales industriales que exporta el Perú.


Asimismo, que la oferta exportadora peruana sea diversa también ayudará a compensar la caída descrita: en períodos de crisis, los precios de los metales preciosos como el oro tienden a elevarse, pues son utilizados como activos de refugio.


En el frente financiero, que el Banco Central de Reserva (BCR) cuente con reservas de más de US$33.000 millones --casi cuatro veces la masa monetaria en soles-- y que se haya reducido de manera significativa la deuda externa y la dependencia de financiamiento externo han impedido que el canal financiero se convierta en un posible vehículo de contagio de la crisis hacia el sector real de la economía.


Aun así, las tasas de interés para créditos corporativos, hipotecarios, de microempresa y de consumo se han incrementado y las condiciones de otorgamiento del crédito se han endurecido.


Además, la relativamente baja liquidez en dólares está produciendo la apreciación de la divisa. Muchos inversionistas se refugian en los bonos del Tesoro de EE.UU., en oro y en dinero en efectivo, sobre todo dólares.


Por ello, el BCR implementó la colocación de fondos en dólares y amplió los plazos de colocación en soles a fin de asegurar la liquidez del sistema financiero. Hasta este momento, no hay más indicadores de contagio.


Las repercusiones de la crisis, sin embargo, no se limitarán a alzas de las tasas y del tipo de cambio. Es probable que la inversión extranjera directa se desacelere debido al endurecimiento de las condiciones de otorgamiento de crédito en todo el mundo (que ya empieza a mejorar, pero muy lentamente) y a las consiguientes reducciones de flujos de capitales (ver nota vinculada).


La mitad de las inversiones comprometidas está dirigida al sector minero y "puede darse el caso de que el costo de extracción llegue a estar por encima del precio del mineral en el mercado, la operación se detendría y la inversión no se realizaría", explica el economista Kurt Burneo.


Otro efecto se sentirá en las exportaciones de productos no tradicionales, especialmente de textiles, que deberán competir con las superpotencias manufactureras asiáticas, cuyos costos de mano de obra y economía de escala son imposibles de igualar en un mercado que se encoge.


Por ello, los economistas recomiendan una gran inyección de inversión pública en infraestructura (energía, carreteras, puertos y aeropuertos) "para mejorar la competitividad de los sectores exportadores, ir cerrando la brecha de infraestructura --que llegaría a US$20.000 millones--, incluir a más peruanos en el mercado y estar listos para aprovechar la coyuntura cuando la economía se recupere, lo que sucederá inexorablemente", explica el presidente de la consultora Maximixe, Jorge Chávez.


De acuerdo con proyecciones relativamente conservadoras, como la del economista Roberto Abusada, todo esto tendrá un impacto negativo de uno o dos puntos en el PBI. Según el Instituto Peruano de Economía, "si las cosas salen bien, el Perú podría estar creciendo a tasas de 7% en el 2009 y de 6,5% en el 2010".


Ello representa una caída de 2% desde las tasas de alrededor de 9% a las que el Perú venía creciendo. En el peor escenario, sin embargo, el crecimiento podría caer hasta 5%, lo que sí representaría un retroceso en términos de lucha contra la pobreza, generación de riqueza y desarrollo.


No obstante, el impacto de la crisis también dependerá de cuánto se prolongue. La mayoría de analistas coinciden en la naturaleza inédita e imprevisible de sus consecuencias.


Si la crisis dura más que un par de años y, como sucedió tras la crisis japonesa, la economía de EE.UU. se estanca por diez años, al Perú no le quedará otro camino que buscar nuevos socios comerciales y nichos de mercado en Europa y Asia para colocar su cada vez más extensa y amplia cartera de productos.


Inversión pública y privada 2008-2009
Debido a la crisis internacional, el flujo de inversiones hacia el Perú podría desacelerarse, pero no detenerse ni disminuir, sostuvo ayer el presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Julio Velarde, durante la presentación del reporte trimestral de inflación.


Según los estimados del banco, la inversión privada para el 2008 debería llegar a 22% del PBI, lo que se constituye el porcentaje --respecto a la producción nacional-- más alto de los últimos 25 años. Para el 2009, el ente emisor calcula que este porcentaje alcanzará el 23,8% y para el 2010 el 24,6%.


Según el BCR, la inversión privada para el período 2008-2010 alcanzaría la cifra récord de US$35.510 millones, de los cuales más de US$20.400 millones están destinados a minería e hidrocarburos.

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