Brasil: La Liga en Que las Empresas Chilenas Quieren Jugar

Entre 1990 y 2007 las firmas nacionales han destinado US$7.207 millones a ese mercado, que el año pasado se transformó en el principal receptor de los recursos de las compañías locales con US$875 millones.


En general los tres conceptos que más se asocian a Brasil son fútbol, playa y selva amazónica. Y de eso saben muchos chilenos que han triunfado en el gigante sudamericano, tales como Don Elías Figueroa y más recientemente el “Mago” Valdivia…
Sin embargo, en la actualidad también es una de las economías más pujantes a nivel mundial, lo que le ha valido pasar a formar parte de los denominados países BRIC, que agrupa a Brasil, Rusia, India y China, llamados a ser los líderes del futuro.
Se trata de una razón más que suficiente para que varias empresas del país hayan fijado sus ojos en este mercado, el principal de Sudamérica. Así ha lo demuestran las inversiones chilenas en Brasil entre 1990 y 2007, que alcanzaron US$7.207 millones, un 18% de la inversión chilena directa en el mundo, según la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon).
De acuerdo a dicha repartición, “Brasil constituye el segundo destino de las inversiones directas de capitales chilenos en el mundo”. Aunque el primer lugar lo ocupa Perú, cada año el país de la samba se posiciona más. En 2007 fue “el principal mercado receptor de inversiones chilenas, alcanzando una cifra estimada de US$875 millones”, detallan.
Ese año, según la Cámara Chileno Brasileña de Comercio, un 4,9% de las exportaciones nacionales se enviaron a ese mercado, totalizando US$3.356 millones, y un 9,6% de las importaciones fueron desde allá, alcanzando US$4.216 millones. La participación brasileña en el comercio global nacional fue de 6,8%, US$7.572 millones.
Y como un atractivo adicional, la clasificadora Standard and Poor’s elevó ese país a la categoría de grado de inversión.
Los Que Están
Los capitales chilenos en Brasil están representados por el sector energía, la industria manufacturera, el comercio y servicios. El primero de éstos es el más relevante, representando un 60% del total de la inversión chilena en dicho mercado. El sector industrial, en tanto, constituye un 27%; el comercio un 6%; el sector servicios el 5%, y el 2% restante está repartido en pequeñas compañías diversificadas.
La principal inversión nacional en Brasil es del holding Enersis, que cuenta con presencia en la mayoría de la región. Si bien Chile es su mercado más importante, el brasileño representa el segundo lugar. De hecho, del plan de inversiones del conglomerado, que considera US$10.000 millones hasta 2012, Brasil recibirá el 26% de los recursos con US$2.600 millones, superado sólo por Chile con US$3.600 millones, el 36%. Sin embargo, Enersis controla el 1% del mercado brasileño en generación y el 6% en distribución, con lo cual tiene un enorme potencial para expandirse.
La principal firma del país, Empresas Copec, está en Brasil con Arauco, que el año pasado firmó un acuerdo con la sueco-finlandesa Stora Enso. La operación significó recursos por US$208 millones y la adquisición de 50 mil hectáreas de terrenos, de los que 30 mil hectáreas corresponden a plantaciones; un aserradero, y el 20% de una planta de papel con 205 mil toneladas de capacidad anual.
También en el rubro forestal, Masisa cuenta con el 37% de Tafisa Brasil –que adquirió mediante la compra del 45,68% de Tafibrás Participaciones, matriz de Tafisa-. Y, según los plazos informados por la forestal, la fusión se concretaría en junio.
Otra de las firmas consolidadas en el mercado brasileño es Embotelladora Andina –del grupo Said- que este año invertirá US$44 millones de los US$114 millones comprometidos para su operación en la región.
También, Madeco está presente en Brasil desde 1997, a través de su unidad de cables que dicho año adquirió la fábrica Ficap, principal empresa del rubro en ese mercado. La firma del grupo Luksic cuenta hoy con dos plantas.
Cencosud y Lan
Una de las principales carácterísticas de los retailers nacionales es su continua internacionalización. Por ello, Brasil era un mercado al que todos intentaban ingresar. Cencosud, de Horst Paulmann, lo logró el año pasado cuando acordó la adquisición de la mayor cadena de supermercados del Estado de Sergipe y la cuarta del país, GBarbosa, en US$380 millones.
Lan también está presente en el país de la samba, aunque sólo mediante alianzas, como con TAM. El acuerdo permite que la brasileña vuele a 14 ciudades chilenas, mientras la empresa de Piñera y Cueto lo hace a 12 destinos. Pero, la intención de Lan es convertirse en un operador fuerte e ingresar directamente, según ha reconocido su presidente, Jorge Awad.
Otras firmas criollas en tierras brasileñas son Oxiquim (químicos), Sonda (tecnología) y SK (industria). Últimamente, también ha incursionado el sector financiero, a través de fondos mutuos desarrollados por Santander Asset Management y Bci.
Llegarán
Aunque no son pocas las empresas chilenas que operan en Brasil, más compañías quieren ingresar a esa economía, por las posibilidades que ofrece.
Según fuentes brasileñas, una de las firmas que aparece como segura sería Falabella, ya que ingresaría para hacer frente a Cencosud, su principal competencia. Eso sí, la cadena de los Solari-Del Río lo haría con su formato más tradicional, las tiendas por departamento.
Ejecutivos de CMPC, del grupo Matte, también han reconocido que observan opciones en ese país, por lo que podría haber alguna sorpresa en los próximos meses.
La industria sanitaria también se está expandiendo en la región. Aguas Andinas, Esval, Essbio, Aguas Nuevas, Aguas de Antofagasta e Hidrosan, han afirmado que están estudiando todas las posibilidades de internacionalización, dentro de las cuales Brasil representa el mayor mercado al que aspiran.
Además, las constructoras Salfacorp y Besalco también estarían vitrineando en dicho mercado. Mientras la primera realizaría un ingreso directo desde Chile, Besalco utilizaría su presencia en Perú (con Besco) como “trampolín geográfico” para llegar.

Incentivos a la Inversión Extranjera
No se requiere autorización formal para realizar inversiones en moneda nacional o en divisas. Ni para comprar acciones en empresas brasileñas.
La normativa no hace diferencias entre el capital extranjero y el local.
Otorga el mismo trato jurídico para compañías nacionales y de otros países. Prohíbe todas las formas de discriminación no previstas explícitamente en la ley.
Existe libertad para desarrollar inversiones en actividades como explotación directa o por concesión, autorización o permiso, de servicios de telecomunicaciones, de radiodifusión y de sonido e imagen por empresas privadas.
El monopolio estatal fue flexibilizado, para permitir la contratación de capital privado para la explotación, exploración, refinación, comercio y transporte de petróleo y explotación de gasoductos.
Se eliminaron las restricciones constitucionales a las empresas extranjeras en la navegación de cabotaje.


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