domingo, 27 de abril de 2008

Colombia: Remezón en las droguerías

Mientras Farmacity empaca maletas para salir del mercado colombiano y Fava cierra la última de sus 14 droguerías concesionadas en Carrefour, la cadena francesa anuncia millonarias inversiones para entrar en este mercado. También se espera la llegada de Farmatodo de Venezuela.

El cierre de seis de las 16 droguerías Farmacity que se habían abierto en Colombia desde noviembre del 2003 y la salida de las 14 droguerías que la cadena Fava tenía dentro de los almacenes Carrefour, evidencian que algo grave está pasando en el mercado de las droguerías en el país. Si a esto se le suma el hecho de que en el centro de Bogotá también se han cerrado varios de los establecimientos farmacéuticos que existieron durante muchos años, se podría decir que definitivamente son tiempos difíciles para el negocio.

El secreto a voces entre los empresarios de droguerías es que la empresa argentina Farmacity se quebró y por eso decidió salir del mercado colombiano, vendiendo lo que quedaba del negocio a la venezolana Farmatodo. Dinero trató de contactar al gerente de Farmacity, Mauricio de Gaudio, para aclarar el tema, pero hasta el cierre de esta edición no había ningún pronunciamiento de su parte.

Sobre Fava la gran pregunta es ¿por qué Carrefour decidió sacarla para aliarse con Colsubsidio y montar formatos similares, después de haber permitido que operara dentro de sus almacenes durante los diez años que lleva la cadena francesa en el país? Juan Manuel Acuña, gerente general de droguerías Acuña, dueñas de la marca Fava, aún no encuentra la respuesta. "Yo nunca supe que me quitaban la concesión porque Carrefour había decidido incursionar de manera directa en el mercado. Y aunque esto es apenas lógico si se tiene en cuenta que casi todos los supermercados tienen su propia cadena de droguerías, hubiera sido interesante saber que buscaban un aliado para presentarles mi propuesta o por lo menos enterarme que ya lo tenían y por eso estaban sacando a Fava de los supermercados", dice.

Y es que en el negocio de las droguerías la lucha por la supervivencia es intensa. A pesar de que por ley está prohibido hacer publicidad sobre precios y descuentos de medicamentos, las cadenas se las ingenian para atraer a los compradores con promesas de precios bajos. Esto ha obligado a todos los actores del sector a realizar promociones para ganar más clientela. En otros casos, cuando no tienen la marca solicitada, le ofrecen al usuario medicamentos de menor margen que tienen los mismos componentes del que aparece en la fórmula con tal de lograr la venta.

Pero, ¿valió la pena esa guerra de precios? La salida de jugadores del mercado indicaría que no para todo el mundo. Aunque no son datos recientes, los resultados del ranking que hace Dinero de las 5.000 empresas más grandes del país indican que, si bien las empresas lograron su cometido de mayores ventas, quedaron con profundas heridas en sus estados financieros. Farmacity, por ejemplo, logró en el 2006 un aumento de 55,2% en sus ventas pero registró pérdidas por $7.977 millones; Locatel vendió $15.265 millones pero perdió $1.212 millones y Epsifarma bajó la facturación en 27,8% y perdió $1.976 millones en ese mismo año. También registraron pérdidas Droguería Continental y Farmedics de Colombia. En algunos casos, el rojo puede explicarse por expansiones o adecuaciones en los locales comerciales, pero en otros, es solo la muestra del recorte de márgenes.

Estadísticas de la firma investigadora del mercado farmacéutico comercial, IMS, revelan que, si bien el negocio de los medicamentos cayó 1,31% en volumen entre 2006 y 2007 al pasar de 284,2 millones de unidades vendidas a 280,4 millones, la facturación creció solo en un 2,46% en pesos corrientes al pasar de $3,07 billones a $3,14 billones entre un período y otro, esto es mucho menos que el 5,7% que aumentó la inflación en ese año. La explicación a este fenómeno radica en la guerra de precios desatada como estrategia para competir y que también se fundó en el poder de negociación que tienen algunas cadenas que dispensan medicamentos formulados por las Empresas Prestadoras de Salud (EPS), más conocido como mercado social de medicamentos y que en muchos casos se traslada al mercado comercial para asegurar la supervivencia de sus negocios.

La guerra, en la que según ACNielsen participan 24.800 droguerías, continúa y cada vez habrá más lesionados si no se toman decisiones acertadas.



La recuperación

Es paradójico que en medio de un panorama donde grandes jugadores como Farmacity, que llegó en 2003 con la visión de abrir 57 tiendas hacia 2010 y fracasó en el intento, y donde marcas de trayectoria como Acuña, Ultramar y Elektra, entre muchas otras, han visto las duras y las maduras para sostenerse en el negocio, otras como Locatel y Farmasánitas, estén pensando en inyectarle más capital a sus formatos.

También llama la atención el hecho de que cadenas chilenas como Ahumada, una de las más grandes de América Latina, esté evaluando este mercado y que la venezolana Farmatodo haya decidido entrar a la competencia, mediante la compra de Farmacity. Lo mismo para el caso de Farmasánitas que quiere pasar de 65 farmacias a 250 en los próximos dos años.

Una respuesta la ofrece Frank Harb, presidente de esta cadena. "El mercado de las farmacias apenas está arrancando su etapa de organización y ofrece un potencial interesante para crecer".

"Los márgenes de comercialización en farmacia son muy bajitos", afirma Carlos Hugo Escobar, gerente de Locatel, una cadena que ha optado por un modelo de negocios basado en servicios para la salud como una estrategia para mantener la fidelidad de la clientela. Sin embargo, la percepción de Escobar es que la mala situación del negocio es temporal y que es más bien una fase de reorganización. "Pero tiene que estabilizarse porque a pesar de las dificultades, la demanda de medicamentos y productos para la salud no se detiene. Hay que evolucionar para competir", dice. Locatel proyecta abrir cuatro locales más este año: uno en Chía, otros dos en Bogotá -Colina Campestre y Cedritos- y uno más en Medellín, cada uno con una inversión de US$1,5 millones.

Fava retomará su modelo de negocio europeo y buscará espacios para abrir puntos como los que tenía en Carrefour, los cuales se destacan por la transparencia en sus vitrinas y por la especialización en las categorías de mayor rotación en el mercado de las droguerías. Acuña modernizará sus 60 droguerías, fortalecerá su esquema de franquicias para crecer en otras ciudades e implementará un concepto integral que le permita defenderse en el mercado.

Las droguerías de barrio, por su parte, han ampliado su oferta con productos misceláneos y mantienen su esquema de cercanía y servicio a la comunidad mientras que Colsubsidio avanza en su visión de consolidarse en 2010 como la cadena de droguerías más grande del país, para lo cual camina de la mano de Carrefour.

Diana María Londoño, gerente de Supermercados y Droguerías Colsubsidio está convencida de que "en los próximos años, debido al aumento de la cobertura de la seguridad social en el país, se espera un incremento del mercado institucional y una caída en la venta comercial de medicamentos. Farmatodo, con la compra de Farmacity, agudizará la competencia en el país y se espera la llegada de más jugadores, principalmente de México y de Chile. Colsubsidio, con su red de droguerías y conocimiento del negocio, está preparado para seguir a la vanguardia".

El contraste en este negocio es de retos y oportunidades y sólo logrará ganar el que aplique el mejor modelo en manejo de costos, distribución logística y oportunidad para atender al usuario final.

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