El director general del BBVA para América del Sur, Vicente Rodero, explica la visión del grupo para la región y comparte sus relativamente optimistas pero cautas expectativas
Por: Luis Davelouis Lengua
En estricto, no hay nadie —ni aun el más agudo y experimentado economista, banquero o estadista— que tenga alguna certeza respecto de cuándo acabará la crisis económica actual o cómo o cuáles serán las consecuencias, efectos e impactos que deje tras de sí. Sin embargo, sí hay algunas ideas al respecto y sí, a las de los expertos se les suele poner más atención. Más aun si provienen de un banquero cuyo banco no se chamuscó en el colapso financiero reciente, pese a tener presencia global.
El BBVA es una de las instituciones financieras de mayor presencia y éxito en Sudamérica: salvo por Brasil, están en todos los demás países con al menos un banco, una AFP o una compañía de seguros o incluso los tres. Vicente Rodero, el director del grupo para la región, es un hombre jovial, precavido y directo.
América del Sur no tuvo nada que ver en el proceso que desencadenó la crisis internacional, pero aun así tendremos que pagar los platos rotos…Es cierto, América Latina no tiene nada que ver con las causas, pero sí será afectada a través, sobre todo, de la caída de los precios de las materias primas.
Somos especialmente dependientes de nuestras exportaciones…Sí, pero, claro, no será el único canal…
La perspectiva es sombría entonces…Mira, habrá un fuerte ajuste del crecimiento este año para todos los países de Latinoamérica. Va a haber dificultades para conseguir crédito y financiamiento, caerá el comercio por la baja en las exportaciones y la inversión, porque muchos preferirán (como ya sucede) contraerse, retirar su capital antes que entrar a arriesgarlo en un escenario en el que el riesgo se percibe muy alto. Se puede ver en el alza del índice de riesgo-país de todas las economías de la región, particularmente en los de Venezuela y Bolivia.
Pero esa es la manera en que ha venido creciendo la economía de todo el mundo, con crédito…Lo que nos trajo hasta aquí, a esta situación, fue el abuso del apalancamiento y del crédito en un modelo que tenemos en los países occidentales de crecimiento basado en el crédito.
Eso significa que ha de caer la demanda de instrumentos de deuda…Así es, la demanda por bonos o por instrumentos de renta fija será extremadamente cautelosa, y forzará a los emisores a pagar tasas bastante altas para compensar la sensación de riesgo e incertidumbre.
Se contraerán tanto la demanda como la oferta…Claro, los emisores tampoco van a querer invertir en endeudarse porque saben que la demanda es escasa y que los costos se han incrementado de manera sustantiva. Hay que recordar que muchas emisiones, si no es la mayoría, se realizan para planes de expansión y de inversión en general y el contexto no es muy dado a ello.
Entonces, de acuerdo con sus estimados, ¿cuánto crecerá la región este año?Nosotros estamos proyectando un crecimiento de entre 0% y 1%, lo que claramente representa un estancamiento, pero no un escenario de recesión aguda.
¿Y para cuándo esperan la recuperación?Estimamos que podríamos ver una moderada recuperación el próximo año. Ojalá que empiece a mostrarse desde este año…
¿Es posible que la recuperación empiece este año?Eso quisiéramos, pero es muy difícil hacer una proyección más específica al respecto en una coyuntura como la actual…
Pero si usted dice que puede ser para el 2010 o, con suerte, para este mismo 2009…Las condiciones cambian todos los días y eso hace que los presupuestos también se hayan volatilizado. Estamos en un momento en que las proyecciones se revisan todas las semanas e, incluso, hasta varias veces durante la misma semana. Es una coyuntura muy complicada y aún no se conocen todos los datos…
Entonces, no saben realmente cuándo empezará la economía a dar la vuelta…Si lo supiéramos con certeza, no estaríamos aquí trabajando (risas)... eso sería equivalente a poder predecir el futuro con exactitud y las ventajas que una facultad así te dan… bueno… las cosas deberían haberse más que estabilizado al menos para el 2011.
Y en adelante la economía mundial crecerá, según lo que dice, de manera mucho más conservadora y lenta respecto de como lo ha venido haciendo…Sin duda. Será poco probable ver tasas altas de crecimiento económico en el mundo occidental sin fuentes de financiamiento tan abundantes y relativamente poco costosas como hubo hasta antes de la crisis.
Ustedes calculan, en medio de todo, un impacto moderado. ¿Qué les preocupa realmente? Algunos economistas advierten sobre un rebrote inflacionario mundial hacia finales de la crisis, como resultado de las propias políticas anticrisis…Por el momento, para nosotros, la inflación en la región ha dejado de ser una preocupación por la caída de los precios internacionales, salvo en Venezuela. En general, la región está mucho mejor preparada que en otras ocasiones para enfrentar esta crisis; hay sistemas financieros sólidos, cuentas en orden, reservas suficientes, todos están en posición de solventar la crisis…
Ese es el discurso, si se quiere, oficial y ya algo repetido sobre la región, ¿pero qué es lo que les preocupa, entonces, si no es la inflación? ¿O es que, salvo los impactos externos, todo es perfecto?Bueno, hemos identificado al menos tres desafíos importantes por enfrentar. Primero está la desigualdad económica que persiste pese al crecimiento. El 10% más rico de la población gana el 48% del ingreso total, mientras que el 10% más pobre solo gana el 1,6% y el 38% es pobre (190 millones de personas incluyendo Brasil). La educación, aunque varía en función de los ingresos, es de baja calidad y está mal dirigida. Por último, la rigidez de la legislación laboral y de la regulación dificultan hacer negocios, lo que es lo mismo que decir que dificultan o entorpecen la inversión. Calculamos que la economía informal representa el 38% del PBI de América Latina.
La desigualdad también genera un riesgo, uno que puede terminar siendo sistémico, esto es, amenazando a todo el sistema de economías de mercado…Estas fallas estructurales que mencionamos pueden, en efecto, generar riesgos adicionales durante los períodos de elecciones en algunos países. Eso nos mantiene atentos.
El 2008 ha sido un muy buen año para ustedes en la región…En México tuvimos un beneficio neto de 9,6% (US$1.733 millones) pese a la crisis que empezó en EE.UU. y la cercanía y codependencia entre ambos países. En el resto de América Latina nos fue mucho mejor en términos porcentuales, pues tuvimos un beneficio de 40% (US$1.162 millones). En el negocio previsional no nos fue también por las mismas condiciones del mercado. Nuestro beneficio neto cayó 32% y nuestro patrimonio administrado lo hizo en 7%, en parte por lo mismo.
¿Y en el Perú?Seguiremos manteniendo nuestro segundo lugar en créditos y depósitos (en el banco) y nos esforzaremos más en mejorar nuestra posición en el negocio de pensiones. Entre el banco y la AFP hemos tenido un crecimiento de nuestros retornos de más de 26% (US$184,3 millones).
Ha habido algunos rumores respecto de que, dada su sólida posición y la debilidad de ciertos bancos internacionales en el Perú, ustedes podrían estar pensando en comprar dichas operaciones… como la que tiene el Citigroup en el Perú, por ejemplo.No hay nada concreto ni estamos en conversaciones por el momento, ni con el Citigroup ni con ningún otro banco. Pero quiero dejar en claro que el grupo siempre está atento a cualquier oportunidad que se presente. Si vemos un banco que puede complementar de alguna manera nuestra operación y está a buen precio, pues sí, lo consideraríamos.
LA FICHA
Nombre: Vicente Rodero.
Profesión: Economista.
Edad: 50 años.
Cargo: Director regional para América del Sur del BBVA.
Cargos anteriores: Ha sido director de banca personal, de banca corporativa y director regional en México y España.
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