jueves, 12 de marzo de 2009

¿Cuál es el piso para Wall Street y las señales del inicio del final de la crisis?

Más allá de algún repunte de los mercados bursátiles como el del último martes, por anuncios puntuales, el pesimismo se ha apoderado de los mercados. La visión de los expertos está dividida pero prevalecen los pesimistas. Hoy el S&P 500 ronda los 720 puntos. ¿A cuánto podría caer?

La suba de las bolsas del martes pasado, consecuencia de los anuncios del CEO del Citigroup, debe tomarse como un hecho pasajero, a medida de los operadores del mercado.

Fue una buena oportunidad, en medio de tanto dolor, para tomarse un respiro y de paso ganarse unos cuantos dólares, a expensas de las acciones bancarias. Pero para los analistas, estos fuertes serruchos no son sorpresivos. Desde hace varios meses varios de los más reconocidos economistas vienen anunciando este tipo de comportamientos de los mercados hasta tanto se logre cierta estabilización de los mismos. En el largo plazo, la visión es más negativa que optimista. Para Walter Spurrier, los signos son alarmantes, ya que las bolsas de valores mundiales caen a menos de la mitad del pico alcanzado en octubre 2007. En un contexto en el que se pone en duda la supervivencia de General Motors o en el que las acciones de Citigroup se cotizan al 5% de su precio un año atrás, la pregunta de rigor es si realmente se ha tocado fondo.Tras cartón, cabe preguntarse, cuánto durará la crisis y cuáles serán los indicadores que mostrarán que todo lo peor ya pasó.Para el experto más prestigioso, y abanderado de los pesimistas, Nouriel Roubini, la actual crisis durará hasta fines de 2010, ya que los gobiernos no atinan a controlarla. En buen romance, tres años a pura pérdida. Con este escenario marco, su pronóstico para los mercados de valores, considera un repliegue del S&P’500 (índice de referencia de las acciones estadounidenses) del orden del 10 por ciento respecto de los valores actuales. “Mi principal escenario es que es altamente posible que el S&P 500 llegue a 600 o menos”, dijo Roubini en una entrevista en la Conferencia sobre Gestión del Riesgo del Mercado de Opciones de Chicago realizada en Dana Point, estado de California. Un nivel de “500 es menos probable pero hay alguna posibilidad de llegar a él”.Según los últimos datos conocidos, el S&P 500 ya cae 20 por ciento a 720 puntos en el 2009, la peor forma en que ha comenzado un año, tras una declinación del 38 por ciento en el 2008 que constituyó la mayor caída anual desde 1937.“Aun si uno hace todo lo correcto en cuanto a política fiscal y monetaria, vamos a estar en una recesión hasta fin de año y comienzos del próximo”, había dicho Roubini durante su discurso en la conferencia sobre el sector de opciones. “El tren de la recesión partió de la estación hace un año, y va a seguir adelante”.La visión localEn su último informe, M&S Consultores explican que “los indicadores económicos y la debacle de los mercados de acciones del cuarto trimestre de 2008 dejaron como legado que la economía estaba entrando en una recesión profunda”.Desde fines de 2008 el consenso y la Reserva Federal, desmantelaron la hipótesis de una recesión “convencional” como fueron las últimas (1991-92 o 2001-02). Esto es, un par de trimestres de contracción fuerte en la inversión, el consumo estancado y el mercado de trabajo debilitado, con un techo en la tasa de desempleo del orden del 7%.Según la consultora que dirigen Carlos Melconian y Rodolfo Santángelo, “el mercado descontó que está frente a algo diferente a “todo lo conocido” por la magnitud del desplome en el nivel de actividad y por la particularidad de que la crisis financiera le impide a las herramientas “clásicas” de política monetaria estimular a los consumidores”. El estudio concluye diciendo que “los indicadores económicos del primer trimestre 2009 (o lo que va de él) y el segundo round de hecatombe en los mercados de acciones le adicionaron al diagnóstico anterior otro concepto: el de velocidad”.

Los analistas de Bankinter tampoco se andan con medias tintas y apuntan que “estamos probablemente en la última y definitiva fase de la capitulación”, por lo que recomiendan no fiarse de los rebotes que puedan producirse en el mercado. Si se aplican los estudios empíriicos realizados por Benjamin Graham, el mentor de Buffett, la bolsa todavía está cara. Graham midió las acciones contra un decenio de ganancias para atenuar las distorsiones.
En el momento de mayor caída de las tres peores recesiones desde 1929, el ratio promedio bajó a menos de 10. La cuestión es que el S&P 500 se está cotizando a 13,2 veces los beneficios, según datos de Yale. Para llegar a ese nivel, el S&P 500 tendría que perder otro 27%, es decir a unos 520 puntos básicos, aún después de la caída del 56% que el Índice Standard & Poor’s 500 ha tenido en 17 meses. ¿Cuándo tocará fondo Wall Street?Es la pregunta de millón. El pesimismo se ha apoderado de los recintos bursátiles y de los inversores, que tarde o temprano podrían sucumbir a la capitulación final. Esto es, vender a cualquier precio. La crisis ha llevado a cualquier experto, gurú, político que se precie o presidente de banco central a realizar su previsión sobre cuándo acabará o, al menos, donde está el inicio de la recuperación. En el banco de los menos pesimistas, según recopila El País de Madrid, se pueden alistar al ministro español de Economía, Pedro Solbes quien fijó el principio del fin de la crisis.
Después el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, lo fijó en 2010 y su homólogo europeo, Jean Claude Trichet, se atrevió, aunque de manera menos precisa, a indiciar el principio de la recuperación.En la otra orilla se ubica Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía en 2001 quien aseguró este miércoles que las medidas anticrisis desplegadas por Estados Unidos son "insuficientes" y que "la situación empeorará".Stiglitz se mostró pesimista cuando señaló que el plan de rescate de más u$s700.000 millones puesto en marcha por la Administración de Estados Unidos es "mejor que nada, pero no soluciona realmente la raíz del problema", según informó Expansión.comEl académico estadounidense en una entrevista concedida al diario brasileño O Estado de Sao Paulo, explicó que "debemos poner las cosas en perspectiva. Bush estaba paralizado y las cosas empeoraban cada día sin que hiciera nada". "Hoy tenemos un paquete mucho mejor que la respuesta de 2008", dijo en referencia el paquete estadounidense de rescate económico que lanzó el presidente Barack Obama. Sin embargo, añadió que "no es suficiente y la crisis será peor".También expresó su pesimismo el director del Fondo Monetario Internacional. Dominique Strauss-Kahn, cuando advirtió que "en la reestructuración de los bancos las cosas están realmente lentas".
En un reportaje brindado a Reuters, el hombre fuerte del FMI agregó que "me temo que si las cosas van por ese camino durante dos o tres meses más, entonces la recuperación en 2010 será difícil".
Sin embargo, ninguno de ellos se basaba en estudios minuciosos o realidades concretas. Para ir un poco más lejos de todo esto, dos analistas de ConvergEx Group, Nicholas Colas y Oren Klachkin, han recopilado para Market Watch, del grupo de The Wall Street Journal, los 10 titulares, los diez escenarios negros que supondrían el inicio del final de la crisis.
En breve síntesis, las señales son las siguientes:
Una significativa caída de los mercados durante una o dos sesiones. Y con “significativa” los expertos se refieren a desplomes superiores al 10%. En su opinión, la actual caída de las bolsas está siendo ordenada y, aunque severa, se está produciendo en línea con el deterioro de la economía de Estados Unidos. Además, un descenso más profundo en los mercados bursátiles haría que las acciones fueran más baratas en relación con los fundamentales, tan baratas incluso, que podría hablarse ya de un piso de los mercados.En octubre y noviembre el Dow Jones ya registró caídas cercanas a este porcentaje, pero sólo durante un día para que, a la jornada siguiente se diesen subidas correctoras de porcentajes similares.
Que el actual secretario del Tesoro, Timothy Geithner sea sustituido por Paul Volcker. Factible o no, los analistas no tienen demasiada confianza en Geithner, mientras que el antiguo presidente de la Reserva Federal, quien ya ha demostrado sus habilidades para enfrentarse a una crisis, podría tener mejor “Keeling” entre los inversores. Volcker dirige actualmente el Consejo Asesor de Recuperación Económica bajo la presidencia de Barack Obama.
La quiebra de General Motors sería un titular catastrófico, al menos en principio. Sin embargo, Colas y Klachkin creen que abriría un periodo muy difícil de más o menos 100 días que, a su vez, sería el principio de la recuperación. Las primeras semanas luego del posible colapso del fabricante automovilístico podrían ser caóticas, dado el vínculo existente entre esta industria con muchas áreas de la economía estadounidenses. Sin embargo, después de los problemas iniciales, el mercado habría ya descontado lo peor.
Oro a 2.000 dólares la onza. Este metal precioso es el último refugio al que acuden los inversores cuando el pánico se apodera de ellos. Una espectacular subida de los precios indicaría que ha llegado el momento de comprar acciones. “No estoy seguro si querría vivir en un mundo donde el oro cuesta 2.000 dólares la onza. Significaría que algo está realmente equivocado. Desde un punto de vista bursátil, lo mejor que puedes decir sobre el oro ahora es que no ha superado los máximos históricos pese a la incertidumbre de los mercados”, comentan estos dos expertos.
La salida al mismo tiempo de dos o más empresas del Dow Jones o que incluya nuevos valores que ponderan en el indicador. “Hay algunas acciones zombies en el índice. Tal y como explicó S. McCoy en Cotizalia, a finales de enero, haciéndose eco de un artículo de John Mauldin, el Dow Jones ha dejado de ser una muestra lo suficientemente amplia de la economía a la que representa y reflejar así del modo más eficiente posible las expectativas que los distintos agentes tienen sobre la misma. Las compañías con los precios de sus acciones más bajos son casi irrelevantes en el comportamiento del mismo, frente a otros valores que, por el mayor precio de sus acciones tienen mayor influencia en las fluctuaciones del indicador.
Si el volumen diario del New York Stock Exchange cae a 1.000 millones de acciones durante 30 sesiones consecutivas, sería otra señal de que la bolsa ha tocado fondo. “Algunas veces sólo se necesita que todo el mundo capitule a la vez para tocar fondo”, comentan Colas y Klachkin.
La pérdida de un millón de trabajos en un solo mes. En febrero perdió 651.00 puestos. Una cifra tan mala como ésta puede indicar que el mercado ha llegado al fondo, ya que los datos de empleo van por detrás de la situación económica de un país.
Que el mercado se anime con las malas noticias. “Cuando el mercado puede subir con las malas noticias, es un verdadero signo de que las valoraciones finalmente reflejan el entorno actual”.
Que las acciones favoritas de los inversores caigan entre un 15% y un 20%. Cuando las compañías que sobresalen –como Wal-Mart o McDonald’s- también se derrumban en la bolsa, el final de la caída está cerca, según estos expertos.Esta sería, paradójicamente, una buena noticia. ¿Por qué? Porque al ser dos empresas que triunfan en momentos de crisis, la salida de los accionistas implicaría que la situación de la economía ha mejorado.
Que la cadena de televisión CNBC deje de emitir. “La comunidad financiera internacional mantiene una relación amor-odio con dicha cadena. El único piso cierto para los mercados se produciría cuando sólo a unas pocas personas les preocupe que la CNBC tenga que cerrar”.
El martes Geithner todavía permanecía como secretario del Tesoro, GM tampoco se había declarado en bancarrota, y la CNBC seguía emitiendo. Sin embargo, la euforia se apoderó de los inversores con los principales indicadores de Estados Unidos y Europa disparados, ¿estará cerca el suelo de los mercados?

Rubén Ramallo©iProfesional.com

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