lunes, 2 de febrero de 2009

Obama no descarta quiebras bancarias

Carlos Chirinos Vasquez
BBC Mundo, Washington

Mientras el Senado se apresta desde este lunes a analizar el paquete de estímulo económico que solicita la Casa Blanca, el presidente estadounidense estudia cómo invertir la mitad del plan de ayuda financiera que negoció el gobierno anterior.

El presidente estadounidense Barack Obama no descartó que algunos bancos vayan a la quiebra, pero aseguró en una entrevista con la cadena NBC que los depósitos de los ciudadanos no están en peligro,
"Esos bancos por mala administración, porque asumieron riegos enormes, hoy están en una posición difícil (...) Tendremos que hacer más para ayudar al sistema financiero", expresó el presidente estadounidense.
Se espera que la próxima semana Obama explique al país cómo aplicará la mitad faltante del plan de ayuda financiera de US$700.000 millones que concedió el Congreso al gobierno anterior.

El uso de la primera parte del paquete ha sido muy criticado por congresistas y la opinión pública.
Algunos aseguran que el dinero no ha ayudado a recuperar los mercados financieros y en cambio ha ido a parar en compras corporativas, pagos de dividendos y hasta bonos a los ejecutivos.

Mirando al futuro
El propio Obama fustigó la semana pasada el que los principales directivos de Wall Street cobraran unos US$18.000 millones, mientras en su sector se gestaba la peor crisis del último medio siglo.

En su entrevista del lunes con NBC Obama insistió en que "los bancos que reciban fondos de ayuda van a tener que cumplir con ciertas condiciones".
El presidente pareció reconocer el potencial impacto político que podría tener la ejecución de la segunda parte del paquete financiero y la del plan de estímulo económico que espera que le apruebe el Congreso, cuya discusión empieza este lunes en el Senado.
"Si no tengo esto listo en tres años entonces va a ser una proposición de un solo período (presidencial)", expresó Obama reconociendo por primera vez que, como casi todo presidente estadounidense, espera ganar un segundo mandato a partir de 2012.
Lidiar con la oposición
Los problemas de Obama se complican en el Senado, donde los republicanos parecen dispuestos a bloquear el paquete de estímulo económico aprobado la semana pasada por la Cámara de Representantes, si no se corrigen lo que consideran gastos excesivos previstos en el plan.

Aunque en los últimos días voceros del opositor Partido Republicano han arreciado sus críticas al plan presentado por la Casa Blanca, el presidente Obama considera que se trata de "muy modestas diferencias" y confía en que el Senado lo apruebe rápidamente.
"Lo que no podemos hacer es dejar que unas muy modestas diferencias impidan que el paquete de estímulo se mueva rápidamente", afirmó Obama la mañana del lunes en la Casa Blanca durante una reunión con el gobernador de Vermont, Jim Douglas, uno de los republicanos que apoyan el plan presidencial.
Obama afirmó que se necesita una "acción rápida" para combatir lo que llamó el "efecto devastador" de la contracción de la economía estadounidense.
El jueves pasado, con la total oposición de la minoría republicana, la Cámara de Representantes aprobó el paquete de estímulo que prevé el desembolso de US$820.000 millones, una tercera parte de ellos en recortes de impuestos y el resto para inversión en infraestructura, comunicaciones y ayudas sociales.
Críticas opositoras
Mientras Obama hablaba desde la Casa Blanca, en el cercano edificio del Congreso estadounidense, el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, ofrecía una rueda de prensa explicando las objeciones que hacen al paquete de estímulo.

"Nadie está tratando de impedir que el paquete sea aprobado. Lo que queremos es reformarlo", aseguró McConnell, quien aseguró que en el Senado podrían hacérsele "dramáticos cambios" a lo aprobado en la Cámara Baja.
La principal crítica -y el gran temor- de los republicanos es que el plan autoriza un gasto público que ellos consideran excesivo, lo que podría dar al estado un mayor peso en la marcha de la economía del que tradicionalmente ha tenido.
McConell reconoció que "todos estamos de acuerdo en que tenemos que hacer algo, pero no podemos actuar como si el monto fuera irrelevante".
El líder republicano quiso contextualizar la cifra que quiere la Casa Blanca asegurando que "si empiezas a gastar un millón de dólares desde el día en que Cristo nació no llegarías a gastar un billón. Eso es muchísimo dinero".

Equilibrio necesario
Los republicanos verían con mejores ojos que se ampliaran los recortes de impuestos y que el sector privado sea incluido en la reactivación de la producción y el consumo.
Sin embargo, la mayoría de los economistas consultados por BBC Mundo consideran que no es mucho el margen de maniobra que se tiene para diseñar el plan de estímulo a la economía.
Mientras todos coinciden en que las rebajas impositivas ayudarían a reactivar el consumo -que cayó en el último semestre de 2008 para cerrar con un crecimiento anual de 3,6%, el peor comportamiento registrado desde 1961- también consideran inevitable que el gobierno tenga que inyectar dinero inmediatamente.
En general se piensa que es posible encontrar un equilibrio porque no se trata sólo de producir y consumir para reactivar la creación de riqueza. La infraestructura estadounidense necesita una actualización urgente y eso le compete a los distintos niveles de gobierno.

http://news.bbc.co.uk

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