miércoles, 10 de diciembre de 2008

Los TLC prometen volver a escena en la región

El ambiente de crisis y las dificultades para lograr acuerdos multilaterales de comercio anticipan una tendencia a ampliar los tratados bilaterales. ¿Qué hará Obama con América Latina?
por Marcelo Galli, São Paulo

São Paulo. Una ola de Tratados de Libre Comercio (TLC) entre los países latinoamericanos y las principales economías del mundo recorrió el continente en los últimos años, liderados principalmente por Chile. Con el fracaso de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de las Américas (Alca), en 2003, el fenómeno se intensificó. Ahora, en un ambiente de crisis y con el temor a una recesión económica, sumado a la dificultad de lograr avances en acuerdos multilaterales de comercio, como la Ronda de Doha, los TLCs prometen volver a tener protagonismo en la agenda de los gobiernos de la región.

De acuerdo con Evaldo Alves, profesor de Economía Internacional de la Fundación Getúlio Vargas (FGV), será una tendencia los próximos años la ampliación del comercio por medio de la tratados bilaterales de comercio. “La crisis sistémica va a acelerar el proceso de proteccionismo de los países, a pesar del discurso oficial contrario a esa lógica”, explicó a AméricaEconomia.com.br. En línea con eso, acuerdos de ese tipo pueden funcionar como un instrumento de protección para el crecimiento en un ambiente adverso como el que se prevé en el medio plazo.

La naturaleza de esos acuerdos también contribuye a facilitar su negociación, además de que puedan ser más ventajosos en algunos casos para la defensa de los intereses de los países, explica João de los Santos Bizelli, especialista en legislación aduanera, de la consultora especializada en comercio exterior Aduaneira.

Los resultados alcanzados por Chile con ese tipo de acuerdos son convincentes, y aumentan en la medida en que el país busca ampliar sus asociaciones comerciales. Actualmente, el país tiene acuerdos de ese tipo con una decena de países, incluyendo Estados Unidos, México y Canadá (Nafta), la Unión Europea, China, Japón y Australia.

De acuerdo con el Departamento de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de las Relaciones Exteriores de Chile (Direcon), más de la mitad de las exportaciones chilenas están dirigidas a países o bloques regionales con los cuales tiene acuerdos de ese tipo. “El ejemplo de Chile es el más expresivo en la región”, señaló Carolina Munhoz, profesora de Derecho Internacional de la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC), a AméricaEconomia.com.br.

Al contrario del Mercosur, que no consigue avanzar en sus negociaciones bilaterales, Colombia y Perú son otros países que están en la misma senda que Chile, y que además esperan la aprobación de un TLC con Estados Unidos desde 2006. El Congreso estadounidense ha sido reticente en confirmar el acuerdo, exigiendo cambios en la legislación laboral y protección del medioambiente, además de alegar violaciones de los derechos humanos, especialmente en Colombia, principal aliado de Estados Unidos en la región.

La era Obama. Algunos analistas consideran que la victoria demócrata en Estados Unidos amenaza con empantanar la aprobación de nuevos tratados de libre comercio con América Latina debido a la mayor presencia de legisladores opuestos a los TLC en el Congreso. “La apertura comercial va a entrar en un proceso de desaceleración”, dice Claude Barfield, experto comercial del centro de Estudios American Enterprise Institute.

Otros analistas, en cambio, consideran que la firma de TLC haría mucho por fortalecer los nexos entre Washington y América Latina, en momentos en que países como China y Rusia comienzan a desplegar mayor presencia en la región. Respecto de un eventual acuerdo con Colombia, Barfield cree que, a pesar de la resistencia dentro de su propio partido, Obama “se decidirá por introducir el pacto en el Congreso, por consideraciones de política regional”.

Otro frente de batalla cubierto por Perú y Colombia es Europa. Con el fracaso de las negociaciones entre la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y la Unión Europea (UE) –Ecuador y Bolivia argumentan que el acuerdo entorpecería la integración regional–, los dos países quieren acelerar las negociaciones de manera individual y ya tienen la luz verde de la Comisión Europea, que afirmó que las conversaciones podrían comenzar el próximo año.

Además de eso, a finales del mes pasado, el Ministerio del Comercio, Industria y Turismo de Colombia suscribió un TLC con la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), formada por Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza, que prevé exportaciones de bienes industriales libres de impuestos entre los países favorecidos. Colombia es el tercer país latinoamericano y el cuarto en el hemisferio, junto con México, Chile y Canadá, en cerrar un tratado con los países de la AELC.

Por su parte, Perú espera concluir a comienzos de 2009 un acuerdo con México. Los dos países están negociando la ampliación de un Acuerdo de Complementación Económica (ACE) para convertirlo en un TLC, pero aún no existe fecha para la realización de la ronda de negociaciones. De acuerdo con el gobierno mexicano, faltan pocos temas que negociar. Los temas pendientes se enfocan en el sector agrícola.

En opinión de Evaldo Alves, economista de FGV, el Mercosur no va a estar ajeno a ese proceso. Para él, es posible que el bloque se aproxime a los países del Caribe en un proceso de ampliación de acuerdos de libre comercio. “El Caribe deberá estar en el radar de los próximos acuerdos comerciales negociados por el Mercosur”, concluyó.

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