En EE.UU. prevén colapso de la demanda petrolera en 2009

La demanda petrolera global colapsará el próximo año y los commodities no regresarán a los máximos que alcanzaron este verano (boreal) en el futuro cercano, dijeron ayer dos influyentes informes que anticipan una recesión mundial larga y dolorosa.

Las duras conclusiones llegaron mientras el economista jefe del Banco Mundial anticipaba que el mundo enfrenta “la peor recesión desde la Gran Depresión”.

El Departamento de Energía de EE.UU. dijo que la demanda petrolera global caerá este año y el próximo, con la primera declinación por dos años consecutivos en 30 años. “La creciente probabilidad de una desaceleración global sigue dominando las percepciones del mercado, poniendo presión a la baja sobre los precios del crudo”, dijo, anticipando que la demanda caerá 50.000 barriles al día este año y notables 450.000 b/d en 2009. La demanda estadounidense por petróleo caerá el próximo año al nivel más bajo en once años.

Entretanto, el informe Perspectivas Económicas Globales del Banco Mundial señaló que el boom de los commodities de los últimos cinco años (que vio un alza de 130% en los precios) ha “llegado a su fin”. El análisis del Banco Mundial contrasta con la visión dominante entre las compañías de recursos naturales (y la mayoría de los analistas de Wall Street) en cuanto a que la caída actual en el precio es una corrección dentro de una tendencia alcista.

Aunque descartó un retorno a los precios desatados de este verano, dijo que los commodities no regresarían a los deprimidos niveles de los ‘90.

El petróleo regresará a unos US$ 75 por barril en los próximos tres años, dijo, mientras que los alimentos se cotizarían 60% por encima de 2003, aunque a casi la mitad del récord de este año.

“En el largo plazo, el precio de los commodities extraídos debería caer”, dijo el banco, agregando que debido a un menor crecimiento de la población y los ingresos, la demanda mundial por materias primas se relajará.

Andrew Burns, autor principal del informe, desestimó la idea -defendida por la industria y entidades internacionales como la Agencia Internacional de la Energía- de que la crisis de crédito pueda resultar en precios más altos cuando se recupere la economía debido a que las empresas están cancelando ahora sus proyectos de expansión.

El Banco estimó que el comercio mundial -motor de crecimiento para muchos países en desarrollo- se contraerá por primera vez desde 1982.

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