domingo, 15 de junio de 2008

Pedro Pablo Kuczynski: La estabilidad no está garantizada en Perú

Considerado el "padre del milagro peruano", Pedro Pablo Kuczynski es una de las voces más autorizadas a la hora de hacer un balance de la realidad de su país. En esta entrevista, el ex ministro de Economía de Alejandro Toledo, entrega su inside frente a los riesgos y las ventajas de la nación que los empresarios chilenos miran con apetito.
Por Antonieta de la Fuente

Perú está que arde. Todos quieren entrar y formar parte parte de la bonanza del país que más crece en América Latina. En los últimos años, su economía se ha expandido a tasas promedio de 7%, pero en lo que va de este año el crecimiento del PIB ha llegado a niveles sobre el 10%. La inversión chilena ha crecido con fuerza y ha alcanzado cifras cercanas a los US$ 7.000 millones.

El ex primer ministro y ex ministro de Economía de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, es en parte uno de los responsables de este boom. Se le conoce como el "padre del milagro peruano". Por eso su opinión es siempre un buen termómetro.

Kuczynski no es un desconocido en el mundo empresarial chileno. Fue vicepresidente de la CAP entre 1992 y 1994, aunque durante esos años vivía en Nueva York. Él cuenta que ha mantenido desde siempre una estrecha relación con empresarios como Roberto de Andraca y Jaime Chadwick -de la Cap-, Andrónico Luksic y Álvaro Saieh. Con ellos se reúne en medio de los continuos viajes que hace a Chile. En el último año lleva seis o siete visitas a Santiago, muchas de ellas, cuenta, sólo por el día.

Actualmente la actividad que lo mantiene más ocupado es su rol de socio y asesor del Roharty Group en Nueva York, un grupo que administra fondos de inversión en mercados emergentes. Pero también participa en el directorio de una empresa en Taiwán y otra en Holanda, además de ser director de la siderúrgica Ternium.

Desde Lima, donde estará hasta la semana próxima, respondió esta entrevista a Qué Pasa.

-A raíz del fuerte crecimiento experimentado por Perú, se ha generado una suerte de competencia entre este país y Chile. Incluso, Alan García dijo que quería ganarle a Chile. ¿Qué le parece esta discusión: una banalidad o algo para tomar en serio?
-Eso es bueno para llenar los periódicos. Hay dos verdades. Una es que Chile en los últimos 20 años se adelantó tremendamente, tiene un ingreso por habitante muy superior al del Perú y está en otro nivel económico. Obviamente Perú aspira a mejorar su situación y con el tiempo acercarse más a los niveles de ingresos chilenos, pero la realidad indica que estamos 25 años por detrás de ustedes.

La otra verdad es que Perú en este momento tiene tasas de crecimiento muy satisfactorias, del orden del 8%. Incluso este año puede ser mejor. Así entramos al octavo año de crecimiento continuo, lo que es, pues, para celebrar. Ahora, decir que hay una carrera con los chilenos, es un poco optimista y bueno para inspirar a los peruanos. Pero aquí no hay ninguna carrera.

-¿O sea que no cree que el 2015 Perú alcance a Chile?

-Matemáticamente es imposible que Perú alcance a Chile en el 2015. Chile está creciendo al 5% ó 6% hace muchos años, su ingreso per cápita está hoy por los US$ 11 mil y Perú está en US$ 4 mil. Así que matemáticamente en 7 años es imposible hacerlo.

-¿A qué responde este discurso, entonces? ¿Es una especie de maniobra nacionalista?
No, yo creo que lo que busca Alan es crear metas y visiones para inspirar a la gente a mejorar. Y obviamente no se puede decir "vamos a alcanzar a Colombia" -porque estamos al mismo nivel- o a Brasil, que queda muy lejos de aquí y no significa nada para la gente. Mientras que Chile es un país conocido, hay cien mil peruanos que viven ahí, hay mucha inversión chilena aquí. Entonces es un mensaje para que la gente entienda de qué se está hablando.

El gobierno de Alan

-¿Cómo lo ha hecho hasta ahora Alan García?
-La evaluación es muy buena en el sentido de que se han mantenido e intensificado las políticas que Perú viene aplicando desde hace más de una década y media o más, desde la época de Fujimori. El gobierno de Toledo estabilizó estas políticas e implementó algunas mejoras. Entonces empezó un crecimiento continuo con inflación relativamente baja. En la época de Toledo se rebajó la deuda enormemente, cosa que no se había hecho. Cada gobierno ha ido mejorando. El de Alan ha ido mejorando en el sentido de que el crecimiento es mayor. El presidente ha tomado una posición pro mercado muy clara, lo que es muy favorable.

-¿Cuáles son sus críticas?
-Críticas siempre hay y mi principal es que no están haciendo lo suficiente en la sierra, sobre todo en los pueblitos y pequeñas ciudades que no tienen caminos buenos, ni agua, existen colegios destartalados. Hay mucho que hacer ahí, no olvidemos que la sierra tiene 4,5 millones de votantes. La sierra es una parte muy importante de nuestra población y economía y en eso hay una diferencia muy importante con Chile. En Chile no hay sierra.

-¿Este modelo de socialdemocracia de Alan García podría sustentarse a lo largo del tiempo?
-Yo creo que sí, porque aquí hay grandes fuentes de ahorro disponibles que no se han tocado, como las AFP que en este momento manejan cerca de US$ 22 mil millones, lo que viene a ser menos del 20% del producto. Podrían estar manejando el doble, pero para hacer eso necesitamos formalizar el mercado laboral. Hay mucha gente que no contribuye para pensiones, que está fuera del sistema tributario y eso hay que cambiarlo. Ahí tenemos un potencial muy grande. Hay un debate en el Congreso sobre temas laborales: hasta ahora no hay muestras de apoyar una legislación que mejore la formalización.

-¿El proyecto Perú cuántos años tiene de plazo para asegurar la estabilidad?
-La próxima gran valla es la elección de 2011. Si pasamos eso, entonces creo que despegamos un poco de la pista, porque habremos tenido progreso de 2001 a 2011 y un período más serían 15 años ya. En general se considera que para un país sea estable se necesitan 25 a 30 años, o sea que ya estaríamos a más de la mitad del camino.

El fantasma de Ollanta

-¿El fantasma de Humala todavía está presente?
-Más que el fantasma de Humala o de una persona en particular es el fantasma de la ignorancia y la pobreza. Porque los Chávez y los Humala y otros parecidos florecen en situaciones de ignorancia y pobreza y eso es lo que hay que combatir. La pobreza está cayendo en el Perú fuertemente con estas tasas de crecimiento, pero aun así es alta: estamos hablando de 38%. Es mucho.

-¿Pero si no son acogidas las demandas sociales, por ejemplo de los votantes de la sierra, éstos podrían verse encandilados por un candidato como Humala?
-Bueno, yo no sé si va a ser Humala específicamente, pero ciertamente por un candidato o varios candidatos populistas. Pero del otro lado, del lado de la derecha, tenemos una plétora de gente que quiere ser presidente. Está el alcalde de Lima que es una persona muy competente en obras públicas. Está la doctora Lourdes Flores que fue candidata ya dos veces y derrotada ya dos veces y hay otros, como el actual ministro de Defensa, que es un político bien conocido.

-¿Y usted?
-Yo en este momento no estoy en las ligas presidenciales. Más que pensar en que uno u otro será presidente, debemos pensar qué queremos que sea este país y a dónde queremos ir. Yo creo que decir "quiero ser candidato" sería una gran distracción para los medios, pero no sería muy constructivo.

-Se ha visto que los países en vías de desarrollo cuando viven períodos de bonanza, generan muchas presiones laborales y sociales importantes. Aquí en Chile hemos tenido varias…
-Aquí no está pasando eso. Pero obviamente pasará. No está pasando porque todavía hay un reservorio de trabajadores que están buscando trabajo. Hay zonas - como Trujillo en el norte e Ica en el sur- donde ya se está agotando esa reserva de trabajadores y los sueldos están subiendo. Y eso es bueno, porque al final que suban los sueldos y la productividad es muy positivo.

-¿Cree que estas presiones podrían pesar en las próximas elecciones presidenciales?
-Así es. Yo diría que existen presiones potenciales. Los médicos del sector público ganan, más o menos, US$ 1.500 al mes, lo que es bajísimo. Los maestros están ganando algo así como US$ 350, lo que también es bajísimo. Los policías ganan algo menos que eso. Entonces todo eso subirá en algún momento sin duda.

-Qué le podría decir a un inversionista que está pensando entrar a Perú. ¿Está la estabilidad garantizada?
-Yo no diría que la estabilidad está garantizada aquí. Hay pobreza, ignorancia, falta de educación y de infraestructura. Por otro lado, existen tasas de crecimiento altas, la tendencia es muy positiva, los costos son todavía muy bajos en relación a Chile, Argentina, Brasil y México. Entonces tenemos ventajas competitivas. Uno ve, por ejemplo, operaciones mineras y los costos aquí son bien competitivos aún.

-¿Qué resguardos deberían tomar los inversionistas que quieren entrar a Perú?
-Cualquier inversionista tiene que tomar su seguro, que existe. Uno puede ir y asegurar su inversión. Puede conseguir entrar en arbitrajes y esas cosas, aunque eso nunca es una garantía. Creo, sin embargo, que el riesgo de expropiación aquí es bajísimo. Eso no es realmente un problema como lo es en otros países.

-¿Aun cuando ganara un gobierno como el de Humala?
-Mire, yo no pienso que al final pueda ganar un gobierno así. Pero obviamente puede haber mucha tensión entre la primera y la segunda vuelta electoral.

Claves para invertir

-¿Qué ventajas presenta Perú frente a Chile para los inversionistas? Hemos visto grupos, como los Matte, que decidieron reenfocar una de sus plantas y hacerla en Perú en vez de levantarla aquí.
-Perú tiene ventajas en la minería. Somos un país muy diversificado en ese sector. Más que Chile: tenemos desde uranio hasta oro y una serie de metales que existen en muy pocos sitios. Segundo, los costos -como el energético- son muy bajos. Tercero, el mercado interno es casi virgen, está recién despertando. O sea hay un potencial muy alto de que mejore. Se puede ver en supermercados, departamentos, automóviles, en servicios médicos, en seguros.

-¿Qué sectores en este minuto son los mejores para invertir en Perú, dónde hay oportunidades?
-Recursos naturales, energía, hidroelectricidad, minería. Y luego todo lo que tiene que ver con el surgimiento de la clase media. Eso va desde esparcimiento, entretenimiento, turismo, servicios médicos y financieros. Todo estaba muy estancado y ha comenzado a despegar.

-Más a futuro, cuando esto ya se haya desarrollado ¿Cuál podría ser un sector interesante?
-Infraestructura. Piense solamente que después de aterrizar en el aeropuerto de Lima, para llegar al hotel uno debe pasar por unos caminos en mal estado, llenos de rompemuelles y cosas así. En Chile uno va por el Mapocho y llega a Providencia en 15 minutos. Hay un enorme potencial en esa área y ya existen empresas chilenas -como Besalco- participando en las concesiones de carreteras. Eso crecerá enormemente.

-¿Qué empresa chilena pondría como modelo de buena entrada al mercado peruano?
-Las que han entrado de mejor manera y con menos controversia han sido los grandes almacenes. Ripley, Falabella, Sodimac. Son súper populares y les ha ido muy bien.

-¿Qué les aconsejaría a las empresas interesadas en entrar a Perú: llegar con socios locales o solos?
-Todo depende. Por ejemplo, LarrainVial y Celfin están entrando básicamente solos. Han comprado casas de bolsa y por lo que sé, les está yendo muy bien. Recomendaría ser pragmático y estar presente siempre con buena gente. En algunos casos, locales; en otros, chilenos. Aquí no hay ningún prejuicio en contra de los extranjeros.

-¿Cómo ve usted la bolsa peruana? ¿Es una plaza interesante para levantar capitales? Ya hay algunos viendo esa opción como Falabella…
-No es un mercado profundo, es pequeño, con una capitalización del 50% del PIB. Pero hace unos años era apenas el 10% del producto. Ha mejorado mucho. Las AFP buscan tener más renta variable y aquí había dos empresas grandes en la bolsa que desaparecieron: una es la Telefónica -que compró todo- y la otra la cervecera que fue comprada por Southafrica Brewery. Entonces hay un espacio muy grande en la bolsa para que aparezcan nuevas compañías. Es una muy buena alternativa. No se levantarían sumas astronómicas, pero sí emisiones de acciones de US$ 50 millones a US$ 100 millones son perfectamente factibles.

El secreto del milagro

-¿Cuál podría decir usted que es el secreto de Perú para ser el país que más crece en Latinoamérica?
-Varias cosas. Primero, no crecimos durante 30 años, entonces hay un efecto rebote. Segundo, mirar a Chile como ejemplo de un país que estaba en problemas y salió adelante y hoy es casi una nación del Primer Mundo económicamente. Esa envidia o rivalidad alimenta también este empuje hacia el crecimiento. Tercero: el Ministerio de Economía - en 1996 y 1997 y luego a partir del 2000 y 2001- ha sido muy cuidadoso en el control del gasto y en ir bajando el coeficiente de deuda, lo que es muy importante en este crecimiento con estabilidad. Cuarto, a diferencia de Chile, el Perú energético está muy bien dotado. Cuando viene la inflación en el mundo, aquí tenemos el gas que compensa eso. Esta muy barato aquí y que no creo que siga en esos niveles para siempre. El gas para las eléctricas y para el consumo doméstico y automotriz está en US$ 1,40, lo que es súper bajo comparado con Europa, Estados Unidos y el propio Chile. Todo eso ha contribuido.

-¿Han ayudado también las políticas de apertura comercial?
-Perú, al igual que Chile, ha sido una economía muy abierta. Mucho más que Colombia y Argentina, por ejemplo. Eso ayuda a mantener la inflación baja. Entran más competidores aquí. A pesar de todo el papeleo y la burocracia, el que quiere poner un negocio lo pone y si Ripley y Falabella y Sodimac se juntaran, no pasaría nada. El Indecopi, que es el organismo de competencia, no pone barreras.

-¿O sea una fusión como la de D&S y Falabella habría sido aprobada en Perú?
-Sí, claro. Con unos buenos abogados se consigue todo (bromea). La mejor competencia es tener un mercado abierto. Y ahora con el TLC con Estados Unidos eso aumentará la competencia.

-Se ha hablado mucho de que la bonanza de Chile y de Perú se debe al alza de los commodities. Y está la idea de que una vez que éstos bajen de precio, puede verse complicada la situación de ambos. ¿Qué piensa de eso?
-Sin duda los commodities tendrán una frenada pronto, no sé cuándo, pero con la recesión -o virtual recesión- en Estados Unidos, habrá una desaceleración y el cobre caerá tal como el zinc, por ejemplo. Eso significará menos exportaciones y, por consiguiente, menos crecimiento del producto bruto. Pero si hay un buen manejo financiero interno, eso no implicará que el crecimiento desaparezca, sino que simplemente en vez de estar al 8%, estemos al 5%. Y luego se recuperará con otras cosas. Se le puede añadir al crecimiento en el Perú, uno a dos puntos con un buen programa de infraestructura.

-¿Cuáles serían los desafíos pendientes que tiene Perú para seguir desarrollándose?
-Aparte de la reforma de la educación que está empezando, todo el tema del gasto en infraestructura, que hoy es 4% del producto, cuando tendría que fluctuar entre 6% a 7%. Deberían hacerse carreteras, sistemas de agua, electrificación, puertos, alcantarillados, tratamientos de aguas residuales, etc. Eso nos puede mantener creciendo a un buen ritmo por muchos años, porque estamos atrasados.

-¿Cuánto tiempo debería pasar para que Perú pueda contar con un sistema de infraestructura?
-Si trabajamos fuerte en los próximos diez años, podríamos llegar a tener, por ejemplo, coberturas de agua en 25%, electricidad en 28%, nuevas carreteras, duplicar la superficie pavimentada. En aeropuertos, se hará una segunda pista ahora. Esa es una inversión de cerca de US$ 400 millones. El aeropuerto está en plena expansión con US$ 100 millones más.

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