domingo, 1 de marzo de 2009

Papa no apta

El tubérculo oriundo del Perú no se abre paso en el exterior por problemas fitosanitarios que nadie ve ni intenta solucionar.
Por Efrén Vidal, Lima

Lima. Cuando el presidente Alan García en setiembre de 2007 señaló a los medios de comunicación peruanos que el Perú iba a exportar toneladas de papa a Argentina, no se imaginó ni por asomo que las muestras enviadas a ese país iban a ser rechazadas porque el tubérculo peruano no era apto para el consumo. Menos imaginó que lo mismo pasaría luego con Venezuela meses después. Y si bien, ni el Ministerio de Agricultura, ni las embajadas de Argentina y Venezuela en Perú quisieron declarar oficialmente sobre el rechazo de la papa, AméricaEconomía pudo confirmar el hecho a través de miembros del propio ministerio.
Lo peor de todo es que ha pasado más de un año y todo sigue igual. Y es que el pasado 6 de febrero las autoridades panameñas devolvieron al Perú 28.150 kilogramos de papa fresca. Los panameños señalaron que los tubérculos llegaron con una plaga conocida como gusano blanco.Según Luis Destefano, científico miembro de Asociación para el Desarrollo de la Biotecnología, PeruBiotec, el gusano blanco de la papa es una larva que penetra en los tubérculos y los pudre. Este gusano causa graves daños en los cultivos de papa de toda la región andina y puede reducir la cosecha desde un 30% hasta la totalidad de la producción. Así constituye, junto con la polilla de los Andes y los gusanos de tierra, una de las principales amenazas del turbérculo.
“Tenemos algunos problemas en los protocolos fitosanitarios para poder exportar papa fresca. Lo que se está haciendo es exportar papas nativas embolsadas en chips”, dice el ministro de agricultura, Carlos Leyton. Así, según Promperú en 2008 exportamos a Argentina sólo 30 kilos de papa, mientras que a Venezuela exportamos 9,4 TM. En total, el Perú, país del cual la papa es oriunda y que cuenta con más de 4.000 variedades de la misma, exportó en 2008 poco más de US$1 millón, vale decir unas 1.000 TM. En cambio importó 22.000 TM.
El ingeniero Miguel Quevedo, especialista en la cadena productiva de papa del Ministerio de Agricultura, intentó tapar el sol con un dedo el rechazo argentino: “Había una demanda importante, más o menos 5.000 TM de papa, pero hubo problemas en cuanto a la demanda de los productores (argentinos) que querían evitar la competencia”, dijo sin dar mayor explicación sobre el estado de la papa.
“Hace más de 30 años que Perú pretende exportar papa. Se ha exportado y probablemente vamos a seguir exportando a los países limítrofes, pero son exportaciones que se realizan en la medida que se presenta una deficiencia en un país por un tema climático, de demanda o coyuntural”, asegura el ingeniero Gastón Benza Pflucker, presidente ejecutivo de Sierra Exportadora.
No obstante, el gran problema de la papa en el Perú es, a decir de los especialistas, su falta de tecnificación. Y es que además de las plagas que la atacan, el rendimiento promedio por hectárea del tubérculo es de 12,6 TM. Nivel bajo si se compara al promedio mundial (16,6 TM/Ha) y más bajo aún si miramos a Holanda, país que en 2007 contó con el rendimiento más alto del mundo (44,7 TM/Ha). De la tecnificación del proceso de cultivo no solo depende el rendimiento, sino también la forma, y allí también el Perú pierde, pues la papa que produce tiene diversos tamaños. Es decir no ha sido estandarizada, lo que dificulta su utilización por ejemplo para los restaurantes de comida rápida o fastfoods, los cuales deben, en el caso de los que operan en el Perú, importar el tubérculo.
Para el Dr. Enrique Chujoy, fitomejorador, genetista y jefe de la unidad de adquisición y distribución de germoplasma del Centro Internacional de la Papa (CIP) la solución pasa por identificar las áreas adecuadas que cuenten con riego y que reúnan las condiciones fitosanitarias requeridas. Además, dice que se debería producir papa bajo estrictas condiciones de sanidad y con las mejores prácticas de producción, como son el uso de semilla sana certificada, riegos y fertilización adecuada, así como aplicaciones apropiadas para el control de plagas, rotaciones del cultivo, sanidad de los campos, entre otros. “Además, se requiere un sistema de certificación que permita garantizar la identidad y las condiciones fitosanitarias de las papas frescas para exportación”, dice Chujoy.
Alfredo Menacho, presidente del comité agropecuario de la Asociación de Exportadores (ÁDEX), suma a los problemas de tecnificación la carencia de infraestructura vial y la falta de acceso a la banca comercial por parte de los productores. “La estructura socioeconómica de los productores de la sierra pertenece al siglo XVI y los escasos intentos de Sierra Exportadora son en realidad juegos, en donde occidente cristiano pretende utilizar los espacios andinos, más no a la gente que vive en esos espacios como interlocutores comerciales”, dice. En ese sentido, Silvia Seperack, gerente de comercio exterior de la Cámara de Comercio de Lima (CCL) advierte que el programa de Sierra Exportadora debería estar orientado a mejorar la tecnología y el control de este virus para exportar papa. “En las actuales condiciones de abandono del productor y falta de tecnología es difícil presentar un producto de calidad y mucho menos exportar y competir en el mercado”.
Para Javier Verástegui, consultor internacional en Biotecnología, la solución al problema de la papa peruana pasa por la modificación genética. “Insertando un gen de resistencia se logra una modificación genética que tiene como resultado una papa que evita la presencia del gusano blanco”, dice. “En 1990 el CIP desarrolló una variedad de papa para reducir las pérdidas de cosechas. Su liberación en el Perú aguarda hace 10 años la aprobación del reglamento sectorial de bioseguridad”, dice Verástegui. Según el científico, desarrollar una variedad de papa transgénica toma unos 5 años y no puede perderse más tiempo. “Así podríamos evitar que más exportaciones sean devueltas por contaminaciones que se pueden prevenir con la biotecnología moderna”, dice.
En las mismas. Miguel Quevedo, del Ministerio de Agricultura, reconoce que por causa de plagas no se puede exportar papa fresca ni a Estados Unidos ni Europa, sólo papa procesada; pero que se está tratando de recuperar mercado en Ecuador, Colombia, Argentina, Venezuela, Chile, Brasil y también Panamá con la exportación de papa fresca.
“El Ministerio de Agricultura realiza un manejo integrado de plagas y enfermedades con controles cuarentenarios, genético, biológico, cultural y químico”, dice. El resultado de la labor del Ministerio de Agricultura salta a la vista: Panamá devolvió los envíos de papa fresca peruana y los argentinos y venezolanos ya saben de las bondades de la papa fresca peruana en cuanto a plagas.
Para Seperack, de la CCL, superar los problemas fitosanitarios de la papa fresca demandará al Perú por lo menos cuatro años. Entretanto Perú seguirá exportando papa nativa en chips e intentando colocar papa fresca en países vecinos con el riesgo de que la devuelvan.
Mientras tanto, pareciera que Gastón Benza Pflucker, de Sierra Exportadora, no conociera a fondo la problemática del tubérculo. “Para resolver el problema de la papa primero los productores deben aumentar sus rendimientos a fin de que aumente sus ingresos”, dice. Pero, ¿cómo pueden agricultores sin tecnología aumentar su rendimiento y calidad del producto sin asistencia? Eso es algo que el Gobierno Peruano debería contestar en breve. Mientras tanto, si para la FAO, 2008 fue denominado “el Año Internacional de la Papa”, para muchos en el Perú el año debió bautizarse como “el Año de la devolución de la Papa”.

http://beta.americaeconomia.com

No hay comentarios: