En noviembre el país asiático acumuló nueve meses de deflación sin esperanza a que termine pronto; la debilidad de la demanda perjudica a los precios, se aumenta la presión sobre el banco central.
Japón acumuló en noviembre nueve meses de deflación, con crecientes señales de que la debilidad de la demanda perjudica a los precios, lo que incrementa la presión política para que el Banco de Japón (BJ) ofrezca un mayor alivio monetario.
Si bien el ritmo de las caídas de precios se moderó en el año a noviembre por la desaparición del efecto de las disminuciones de los precios del petróleo, eso representa escaso consuelo a los funcionarios preocupados por el riesgo de que ocurra otra recesión.
Un índice que descarta los precios de la energía y los alimentos cayó a un ritmo casi récord, mostrando que la demanda final floja juega un papel cada vez mayor en arrastrar los precios a la baja.
"Nadie cree que la deflación vaya a terminar pronto y los datos de hoy no van a cambiar esa percepción", dijo Naoki Murakami, economista jefe de Monex Securities.
Como la enorme deuda pública japonesa limita el espacio para un estímulo fiscal adicional, el Gobierno podría presionar al BJ para que alivie aún más su enfoque monetario el próximo año, dicen los analistas, por ejemplo por medio de un incremento de sus compras de títulos públicos.
"Las finanzas públicas de Japón son las peores entre las naciones desarrolladas, por lo que el riesgo de una rebaja de calificación crediticia el próximo año es real", dijo Yasuhide Yajima, economista senior de NLI Research Institute.
"El Gobierno seguramente presionará al BJ para que se esfuerce más, con medidas como incrementar sus compras de deuda pública. El banco central podría ser reticente a hacerlo, pero no tendrá mucha más opción que obedecer", añadió.
El índice de la inflación que excluye los precios de los alimentos y la energía y que es similar al índice principal usado en Estados Unidos descendió el 1.0% en noviembre respecto del mismo período del 2008, cerca de la reducción máxima de 1.1% vista en octubre.
El índice subyacente de los precios al consumidor de Japón, que incluye productos de petróleo pero no cuenta los volátiles rubros de frutas frescas, vegetales y mariscos, igualó la mediana de las proyecciones del mercado, de una reducción de 1.7%.
Eso fue menor que la bajada de 2.2% en el año a octubre, pues se moderó la gran reducción de los precios del petróleo.
Si bien el ritmo de las caídas de precios se moderó en el año a noviembre por la desaparición del efecto de las disminuciones de los precios del petróleo, eso representa escaso consuelo a los funcionarios preocupados por el riesgo de que ocurra otra recesión.
Un índice que descarta los precios de la energía y los alimentos cayó a un ritmo casi récord, mostrando que la demanda final floja juega un papel cada vez mayor en arrastrar los precios a la baja.
"Nadie cree que la deflación vaya a terminar pronto y los datos de hoy no van a cambiar esa percepción", dijo Naoki Murakami, economista jefe de Monex Securities.
Como la enorme deuda pública japonesa limita el espacio para un estímulo fiscal adicional, el Gobierno podría presionar al BJ para que alivie aún más su enfoque monetario el próximo año, dicen los analistas, por ejemplo por medio de un incremento de sus compras de títulos públicos.
"Las finanzas públicas de Japón son las peores entre las naciones desarrolladas, por lo que el riesgo de una rebaja de calificación crediticia el próximo año es real", dijo Yasuhide Yajima, economista senior de NLI Research Institute.
"El Gobierno seguramente presionará al BJ para que se esfuerce más, con medidas como incrementar sus compras de deuda pública. El banco central podría ser reticente a hacerlo, pero no tendrá mucha más opción que obedecer", añadió.
El índice de la inflación que excluye los precios de los alimentos y la energía y que es similar al índice principal usado en Estados Unidos descendió el 1.0% en noviembre respecto del mismo período del 2008, cerca de la reducción máxima de 1.1% vista en octubre.
El índice subyacente de los precios al consumidor de Japón, que incluye productos de petróleo pero no cuenta los volátiles rubros de frutas frescas, vegetales y mariscos, igualó la mediana de las proyecciones del mercado, de una reducción de 1.7%.
Eso fue menor que la bajada de 2.2% en el año a octubre, pues se moderó la gran reducción de los precios del petróleo.
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