Cencosud obtiene autorización para fusión Jumbo-Disco en Argentina tras casi cinco años de litigios

D. Gómez / M. Gutiérrez

Tras casi cinco años de trabas judiciales, Cencosud finalmente cumplirá su anhelo de fusionar Jumbo con Disco en Argentina. No fue un proceso fácil. El “Señor Jumbo”, como lo bautizó el ex mandatario Néstor Kirchner, a propósito de este bullado negocio, nunca perdió la fe en que las autoridades reconocerían la probidad de la operación, cuestionada por atentar supuestamente contra la libre competencia.

El 30 de diciembre, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) trasandina, autorizó la fusión sin establecer condicionamientos.



Largo proceso

En abril pasado, la Corte Suprema de Justicia de Argentina había dado luz verde a la fusión, revocando una sentencia de la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza. En esta última provincia, en abril de 2004, sólo un mes después que Cencosud acordara con la holandesa Ahold la compra de Disco por más de US$ 300 millones, un particular presentó un recurso de amparo ante un juez federal, demanda que fue acogida y luego confirmada en segunda instancia. Esta determinación, sustentada en un presunto bloqueo a la competencia, fue la gran piedra de tope para concretar la fusión, pese a que el traspaso accionario se había ejecutado sin problemas. Paulmann tenía Disco en sus manos, pero no podía sumar su administración a la de Jumbo.

Tras la resolución del máximo tribunal el año pasado, el empresario optó por el silencio, a la espera del dictamen de la CNDC. Paulmann no quería cantar victoria antes de tiempo.

La división de supermercados en Argentina -liderada por el ejecutivo Stefan Krause, uno de los hombres de confianza de Paulmann- es uno de los negocios más importantes del conglomerado.

Sumando los formatos Jumbo, Disco y Vea (que también formó parte del negocio con Ahold), la firma tiene 247 locales en todo el país vecino, con ventas cercanas a los US$ 2.000 millones y una participación de mercado de 22%.



Luz verde para Blaisten

Por otra parte, la CNDC también aprobó la compra de la cadena ferretera Blaisten, por la que Cencosud había pagado cerca de US$ 16 millones al Banco Galicia en octubre de 2007. Con nueve locales y ventas por más de
US$ 80 millones, este negocio es dirigido por el ejecutivo Pablo Neto, quien venía de Easy Argentina.

Si bien esta luz verde llega más tarde de lo que esperaba Cencosud, la firma nunca perdió la confianza con respecto al éxito de este proceso, considerando el tamaño de Blaisten.

Al interior de Cencosud señalaron que estas aprobaciones representan la coronación de un ejercicio que califican como “positivo” para la firma en Argentina, con un crecimiento en torno al 31% en las ventas de toda su operación en el vecino país.



El largo recorrido para concretar la integración de las dos cadenas

Marzo 2004: Cencosud firma acuerdo para adquirir los supermercados Disco y Vea, propiedad de la compañía holandesa Ahold.

Abril 2004: Un particular presenta un recurso de amparo ante el juez federal de San Rafael (Mendoza), Héctor Acosta, pidiendo que se suspenda la transacción hasta que se constituya el Tribunal Nacional de Defensa de la Competencia (TNDC) y se integre en su totalidad la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. Este mismo mes, Acosta congela la operación.

Diciembre 2004: Decisión del juez federal es confirmada por la Cámara de Apelaciones en lo Federal de Mendoza.

Abril 2005: Juez Acosta permite el traspaso accionario de Disco a Cencosud, con la condición que la administración permanezca independiente.

Noviembre 2005: El presidente argentino, Néstor Kirchner, desliza sospechas de corrupción contra Horst Paulmann, luego que el empresario declarara que confiaba en que las autoridades trasandinas resolverían a favor de la firma. Cencosud lamenta la interpretación de Kirchner y asegura que Paulmann sólo expresó su optimismo frente al proceso.

ABRIL 2008: La Corte Suprema de Argentina revoca la sentencia dictada en Mendoza y autoriza fusión entre Cencosud y DIsco, limitando al mismo tiempo los poderes de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia para analizar la operación de concentración económica.

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